En estos tiempos de zozobra en lo económico no son muchos los que se animan a comprar moto sino, más bien, todo lo contrario. A nadie se le escapa que una parte importante de la población teme perder el puesto de trabajo aunque, a veces, ese temor sea del todo infundado. Nos han metido el miedo en el cuerpo y eso se nota en los mercados del motor.
Antes de pensar en comprar, muchos, lo que están haciendo, es vender.

Y precisamente por eso es buen momento para comprar.
A los que consideran la moto como un artículo de lujo hay que sumar a todos aquellos que se metieron en las dos ruedas cuando convalidaron el carnet B, creyendo que iban a  recuperar la juventud perdida a la par que se hacían con la moto.
Pero nada de esto ocurrió, los cuarenta pasaron y la moto quedó, después de la euforia inicial, abandonada en un rincón del garaje. Y con la crisis y las presiones de la mujer, hasta el más pintado sucumbe y llega el momento de la venta.
Si estás pensando en hacerte con una moto de segunda mano, antes de pasar por el concesionario más cercano debes explorar las ventas privadas y, sobre todo, las personas que den el perfil que se comenta más arriba.
Un buen lugar para comenzar con la búsqueda del objeto del deseo es en esta página web. Aquí podrás encontrar uno de los mayores mercados de automoción de la red.
Después de decantarte por la marca, modelo y ajustar todo al presupuesto de que dispones, busca el perfil del propietario: hombre, entre cuarenta y cincuenta años con una moto poco usada de unos cinco años de antigüedad.
Investiga en los foros monomarca para tener información precisa de los precios de segunda mano y no temas preguntar y dedicarle tiempo. Si tienes dudas con las prestaciones de la moto siempre puedes acudir a las revistas especializadas donde dispones de comparativas entre multitud de modelos. 
Tampoco te olvides de las páginas de los usuarios, ellos son los mejores probadores y los que mejor te pueden transmitir las sensaciones que sientes sobre la moto.