el-puente-juan-antonio-bardem 2¿Una road movie de los años 70 y española? Si, perfectamente posible y real esta perla dirigida por  Juan Antonio Bardem e interpretada, de forma magistral, por Alfredo Landa.

El Puente para Landa supuso un salto, un puente hacia otro tipo de cine y otro tipo de papeles muy distintos a lo que nos tenía acostumbrados. Deja atrás, de forma definitiva, las películas del destape, de culos y tetas sin ton ni son y de argumentos pueriles que ahora algunos intentan justificar. Mirando este Puente descubriremos a un nuevo actor, camaleónico y polifacético, capaz de interpretar los personajes más variados.

En esta ocasión se mete en la piel de Juan, un obrero de un taller de Madrid que, ajeno a la convulsión política y social del postfranquismo a finales de los años 70, decide pasar el puente festivo en Torremolinos, corriéndose una buena juerga entre tetas y playa.

Durante el viaje a lomos de “La Poderosa”, una Montesa Impala, Juan va descubriendo la realidad de la España de sus días: desempleo rural, división de clases, emigración, los hippies… Asistimos a la transformación del personaje que pasa de ser un despreocupado operario a tener una conciencia social elevada. Bardem intenta, a través de las peripecias que le hace vivir al protagonista, hacer una denuncia social y remover conciencias, poner de manifiesto los problemas que atenazan a la sociedad española. Es una llamada a la acción, a que el pueblo esté a la altura de los acontecimientos. Vista con la perspectiva que nos da el tiempo transcurrido quizá haya quien vea en ella cierto deje panfletario pero con toda probabilidad, era lo que tocaba.

Por su parte, nuestro héroe motorizado (nótese la coincidencia del nombre de su moto con la de Alberto Granados en Diarios de Motocicleta), va cambiando poco a poco, de modo que al llegar a Torremolinos ya nada es lo que era y una parte de su microcosmos se derrumba.

Alfredo Landa, como he dicho, magnífico en los soliloquios a lomos de la moto y enorme en las situaciones desesperadas.

Esta es una película estupenda para ver en una tarde de domingo rodeado de palomitas y cervezas.

El Puente de Alfredo Landa