Ya estamos metidos de lleno en el frío pero eso no es impedimento para seguir saliendo en moto. Eso sí, hay que pertrecharse de forma adecuada y extremar las precauciones al conducir para viajar en moto en invierno.

Vamos a repasar algunas de las opciones que hay disponibles, más algún truco, para no pelarse de frío sobre la moto. Para ello empezaremos de abajo a arriba.

nieve

Los pies

botas moto

Como he dicho en alguna ocasión: yo casi siempre usaba botas de monte para ir en moto. No es lo que más protege y, con seguridad, no es el calzado más adecuado para la moto pero era lo que había. La recomendación es usar unas buenas botas de moto de invierno, con membrana de Gore-Tex, si la economía lo permite. Aquí, además de las marcas típicas de moto, podemos decantarnos, tal y como hacen algunos moteros de “lo custom”, por botas de trabajo con protecciones o botas de moto directamente. Yo, en la actualidad, uso unas Drizzel de Jofama, las mejores botas que he tenido nunca.

Siguiendo por los pies podemos decantarnos por usar [easyazon_link identifier=”B0054U6XI4″ locale=”ES” tag=”http://amazon.es”]elementos calefactables[/easyazon_link]. Igual que con las botas hay opción cara, barata y media. La opción cara son las plantillas con baterías de litio. Con mando a distancia y ausencia de cables, debemos prepararnos para desembolsar 100 o 200 euros, dependiendo de la marca y de las opciones que escojamos.

Como opción media, podemos elegir algún modelo más o menos “artesanal” que hay a la venta en la red. Yo he probado unas de estas y he de decir que son muy efectivas. Para ser exactos, demasiado efectivas pues sin un regulador de potencia pueden producirte daños en el pie por lo mucho que calientan. Cuestan unos 15 o 20 €

La tercera vía es tirar por lo barato y adquirir unos chaufferettes, unas plantillas que, en contacto con el aire, producen una reacción química que libera calor durante unas dos horas. También las he probado y… bueno, se quedan un poco cortas en temperatura y en tiempo pero te sacan de un apuro.

Cualquiera de estas opciones la complementaremos con unos calcetines finos y, sobre ellos, unos de polartec o similar.

Las piernas

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Lo más normal es usar unas mallas con buena protección térmica en las zonas más expuestas, usualmente las rodillas y los muslos, y sobre ellas el pantalón de invierno con su forro. Pero volvemos a tener la ropa calefactable: por poco más de 170 € disponemos de mallas enchufables a la batería con su confortable forro de tafetán, lavables a máquina y ajustables en tamaño.

En los pantalones de moto, como todo, hay varios niveles de sibaritismo. desde los de mil euros la pieza hasta los del Carrefour. No merece la pena extenderse mucho en este aspecto.

El torso

chaqueta

Además de la ya mencionada opción de ropa calefactable en forma de chalecos, chaqueta y petos, lo principal es ponerse una camiseta térmica y un jersey de polartec o similar. El resto de capas van en función de frío pero recuerda que es mejor ponerse varias capas que una sola muy gruesa. En caso de que la glaciación mundial decida presentarse sin previo aviso podemos intercalar varias hojas de papel de periódico entre nuestro cuerpo y la chaqueta. Suena muy antediluviano pero sigue siendo la mar de efectivo. Completaremos con lo mejor que he llevado en el cuello, el NECKCOLLAR

En algunas ocasiones he usado un palestino, por aquello de la imagen, pero es un engorro: se cuela el aire y abulta mucho, dificultando los movimientos de la cabeza.

Y en la cabeza, un sotocasco fino, termoregulador y que no nos oprima el pensamiento.

Las manos

manopla

Los guantes calefactables son conocidos desde hace tiempo. Su precio suele comenzar en los 60 o 70 euros a lo que hay que sumar el regulador y el cable. Ojo con comprarlos sin probar porque es fácil que, en algunas marcas, los cables interiores molesten en el dorso de la mano. Talla grande y si es posible, probar antes de comprar. Son muy confortables y mucho más efectivos que los puños calefactables. Si combinas los dos es un lujo asiático. Y si le sumas unas manoplas que te protejan la mano y parte del antebrazo viene a ser algo así como trabajar de fogonero.

Una opción más económica pero menos efectiva, siempre dependiendo del frío, es usar sotoguantes y los guantes de invierno. No es lo mismo pero también ayuda.

Si decides usar ropa calefactable fíjate bien en los consumos de las resistencias y calcula lo que tu moto puede soportar. Guantes, puños, calcetines, pantalones y peto sumados a la luz y algún cargador quizá sea demasiado consumo para tu sistema eléctrico.

Cordura o cuero?

En mi caso, y sin ningún género de duda, cordura. El cuero protege más de la abrasión pero a la hora de viajar en moto en invierno con la cordura tenemos muchas más opciones.

En un viaje de varias horas con temperaturas cercanas al cero es muy importante mantenerse caliente, so pena de convertir nuestra ruta en una tortura. Las manos y los pies, junto con las rodillas, son las partes del cuerpo que más se nos enfrían. Esto es debido a la falta de circulación durante lapsos prolongados de tiempo.  Debemos hacer todo lo posible por mantenerlas calientes.