Hace unos años, subiendo el Stelvio, sufrimos un accidente de moto. Mi amigo y compañero de viaje tuvo que ser hospitalizado en Silandro con varias fracturas de importancia y un estado bastante grave. A la hora de gestionar la burocracia habitual en estos casos, gracias a la Tarjeta Sanitaria Europea, todo fue mucho más fácil.

Cuando planeamos un viaje en moto por Europa lo primero que miramos es la ruta, lógico. Luego, casi al última hora, nos ocupamos de que todos nuestros papeles estén en regla. La documentación de la moto, el carnet de conducir, el seguro obligatorio, quizás un seguro de viaje… Algo que muchos no tienen en cuenta es la Tarjeta Sanitaria Europea.

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¿Qué es la tarjeta Sanitaria Europea?

Es un documento personal que nos da el derecho a recibir atención sanitaria durante nuestra estancia temporal en el territorio económico europeo y en Suiza, Islandia, Noruega y Lieschtentein, independientemente del motivo por el que estemos en ese país. No supone un seguro de viaje pero nos facilita todos los trámites que tengamos que hacer a la hora de recibir asistencia médica.

Y lo que es más importante, nos asegura que nuestro país de origen va a asumir los gastos derivados de esa asistencia sanitaria dejándonos en igualdad de condiciones que los habitantes del país en el que tengamos el percance.

La tarjeta no es válida si la finalidad de nuestro viaje es recibir un tratamiento médico, ni tampoco si trasladamos nuestro domicilio al territorio de otro Estado Miembro, pero es el documento que nos garantiza que el pagar nuestra Seguridad Social en Europa nos iguale a cualquier ciudadano de la Unión Europea.

¿Quién emite el documento?

La Seguridad Social, en el caso que nos ocupa, la española.

¿Quién la puede solicitar?

Cualquiera que tenga el derecho a la Seguridad Social en España y los beneficiarios a su cargo que cumplan los requisitos exigidos por la legislación española y por los Reglamentos Comunitarios de Seguridad Social.

¿Cómo se solicita?

Puede solicitarse a través del Servicio de Atención al Ciudadano de la Seguridad Social. o presencialmente en los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS), solicitando cita previa al CAISS elegido.

Algunos asegurados no pueden obtener la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) a través de este servicio de Internet, como:

•Los perceptores de prestaciones por desempleo y sus beneficiarios.

•Los asegurados con contrato de carácter temporal.

•Los asegurados que tienen reconocido el derecho a asistencia sanitaria como personas por límite de ingresos, o los que han agotado las prestaciones por desempleo.

•Los beneficiarios con NIE, y

•Todos aquellos asegurados que deban presentar documentación para exportar el derecho a asistencia sanitaria.

En cuanto a coberturas de cada país y modo de utilización dispones de una práctica aplicación, disponible para IOS y Android en la que te explican su funcionamiento, números de teléfono de interés o el modo de solicitar un reembolso de las cantidades pagadas si tuvieras derecho a ello.

Esto es lo que nos dice el texto de la app:

“Pautas sobre cómo utilizar la Tarjeta sanitaria europea en los 28 países de la UE, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. Se incluye información general sobre la tarjeta, los números de teléfono de emergencia, los tratamientos y costes cubiertos, así como la manera de reclamar el reembolso y a quién contactar en caso de que pierda la tarjeta. Disponible en 25 idiomas y con una opción que permite pasar de un idioma a otro con facilidad. 

Nota: La tarjeta no se puede generar ni descargar para su uso. El proveedor nacional del seguro de enfermedad expide gratuitamente las tarjetas. No sustituye al seguro de viaje.”

Conviene insistir en que la tarjeta no sirve para usar con la sanidad privada, ni es un servicio de asistencia en viaje. Es el documento que te acredita como usuario con derechos a la asistencia sanitaria por parte de la Seguridad Social en tu país y, por ende, aplicable en el resto de la Unión Europea. Es decir, no te va a cubrir gastos de repatriación, ni de salvamento, ni otros gastos que surjan a consecuencia del tratamiento médico recibido, para eso tendrás que contratar un seguro de viaje.