TT Isla de ManA buen seguro que en este momento muchos amantes de las motos están cumpliendo su sueño en un lugar paradisíaco del Reino Unido. Estos días se está disputando la que sin duda es la carrera urbana de motos más famosa del mundo, el Tourist Trophy de Isla de Man. Hasta allí llegan aficionados de todo el mundo a presenciar el espectáculo o participar en alguna de las actividades que lo rodean.
La pequeña isla británica con una población habitual de unos 85.000 habitantes se ve invadida durante dos semanas por más de 50.000 personas que acuden a disfrutar de uno de los espectáculos de motor más impresionantes y peligrosos del mundo. Y es que la mítica prueba ya se ha cobrado la vida de más de 200 participantes desde que echara a rodar allá por 1907.
Los 60,7 kms del circuito urbano que atraviesa pueblos y montañas, registran velocidades medias que superan los 200 km/h y puntas de más de 330km/h. No es necesario decir que durante un recorrido en formato contrarreloj en medio de ese paisaje, un fallo es casi sinónimo de tragedia.

Pero sin duda la isla se convierte en una fiesta para los miles de aficionados que llegan desde todos los rincones del mundo a disfrutar de las pruebas y de toda la parafernalia que acompaña a esta cita mundial del motor, no en vano se le conoce con el sobrenombre de “Road Racing Capital of the World”.
Todos los días en la isla son un espectáculo para los visitantes. Las jornadas de entrenamiento y las posteriores carreras no son el único aliciente que uno se puede encontrar allí, puesto que se acompañan de cualquier tipo de eventos como conciertos, exhibiciones o divertidas competiciones relacionadas con el motor de cualquier tipo que uno pueda imaginar, como el espectáculo de scooters de movilidad organizado por Poker Stars en 2014 con vehículos de este tipo que superaban los 170 km/h. La conocida sala de póker, que tiene su sede en la isla, es uno de los patrocinadores oficiales del Tourist Trophy e incluso ha instaurado el premio “Spirit of TT” que reconoce a quien mejor represente el espíritu de la prueba  por su generosidad, honestidad, coraje, respeto y trabajo en grupo, y que además no se limita solo a los pilotos.

Por otro lado, el domingo (Mad Sunday), que cae en medio de las dos semanas no hay carreras, y la mayoría de los clubes aprovechan para hacer sus fiestas y Ramsey se convierte en la capital de la isla por un día. Allí muchos de los aficionados se dan cita para comenzar el recorrido de montaña que forma parte del circuito, una carretera de sentido único y sin límite de velocidad para poder dar gas a fondo. Como no podía ser de otra forma en un lugar tan singular, durante el recorrido se encuentran diversos carteles con proclamas que les recuerdan “Deja las carreras para los ases”,  “Si bebes no conduzcas” o  “Piensa: la seguridad es lo primero”. Esto puede resultar un poco extraño pero no lo es en un entorno en el que al llegar a la isla te encuentras con un primer cartel que reza: “Si no te gustan nuestras reglas, sale un barco cada media hora”.
El Tourist Trophy sigue manteniendo muchas tradiciones y curiosidades. Hoy en día las protecciones del circuito siguen siendo sacos de paja, excepto en los lugares más peligrosos que desde 2002 se protegen con Airfence; el marcador sigue siendo un rudimentario panel gigantesco donde 12 niños acompañados de 12 adultos colocan las placas con la información de tiempos; y debido a la gran presencia de público de ese país, el alemán se convierte durante esas dos semanas en el segundo idioma oficial e incluso policías alemanes patrullan con los ingleses en parejas mixtas motorizadas. Y así se podrían contar innumerables anécdotas más.

En lo que se refiere al TT en sí, la primera semana está copada por los entrenamientos donde se configurará el orden de salida para las carreras que tendrán lugar durante la segunda semana y que dan cabida a todas las categorías. Durante las pruebas se completan 3, 4 ó 6 vueltas al circuito en función de la modalidad que se disputa y los pilotos toman la salida cada 10 segundos, lo que convierte la carrera en una prueba contrarreloj alentada con múltiples adelantamientos.
Como muchos ya saben la Federación Española de Motociclismo no tramita licencias a sus pilotos para competir en esta prueba desde la muerte de Santiago Herrero en 1970, cuando aún formaba parte del mundial de velocidad.
De cualquier modo y aunque no sea a competir, son muchos los motoristas españoles que se desplazan a la Isla de Man para gozar de este espectáculo anual. Aunque este año ya es un poco tarde, para los que tienen planes de hacerlo en algún momento por su cuenta les conviene saber que una de las mejores opciones es tomar el ferry regular de Santander o Bilbao a Portsmouth, para una vez allí desplazarse hasta Liverpool y tomar un nuevo ferry a la Isla de Man. Eso sí, deben tener presente que es conveniente reservar al menos con 6 meses de antelación para no tener problemas con las plazas. Lo mismo se debe tener en cuenta respecto a los hoteles. También es importante recordar que es necesario estar en posesión del pasaporte en regla.
La empresa quizás no es la más sencilla, pero merece la pena.