go aventura sobre ruedasHace mucho tiempo que no compro revistas de motos. Seguro que más de tres años. Antes era un asiduo. Me gastaba un dineral en revistas y casi lo único que me interesaba eran las secciones de viajes y las consultas de los lectores. Pero antes no había internet y tragábamos de todo. Por eso me he llevado tamaña sorpresa con el libro de Solo Moto.

Milimétrica Producciones ha recopilado en un libro una serie de relatos de viaje que fueron publicados en la revista. El libro se llama “Go! Aventuras sobre dos ruedas” y nos anima a salir de aventura sin levantarnos del sillón de casa. Mal comienzo si lo único que pretende es tenernos amarrados al sillón en lugar de que nos inunde el deseo de salir disparados al garaje y subirnos encima de la moto. Aunque solo sea a cerrar los ojos, agarrarnos al manillar y dejar volar la imaginación.
Y si tenemos malos principios no son mucho mejores los siguientes pasos. Decía antes que las revistas podían ser un referente de la “literatura” de viajes en moto porque apenas si había elementos de comparación.
Pero ahora no.
Ahora tenemos muchos libros de viajes en moto en el mercado. Y tenemos internet. Y no nos tragamos todo lo que nos tiren. Y a tenor de lo leído en “Go! Aventuras Sobre Dos Ruedas” parece que los encargados de seleccionar el material para publicar no se enteran. O eso o estaban de vacaciones. Solo así se explica que nos hayan metido en el mismo ejemplar  a tipos como Silvestre o Morchón que tienen calidad en el verbo, con textos escolares mal escritos. Al igual que en una almoneda o en el tango Cambalache, tenemos un revuelto de difícil digestión.
De todos estos años sacando dos o tres crónicas de viaje cada mes, ¿no han encontrado otra cosa de más calidad para publicar?
Por otra parte, y aunque nada me importe ni nada aporte a la crítica del libro, me han dicho que los autores no cobran por la publicación ya que han cedido, cuando publicaron en la revista, los derechos a la editorial. Allá los autores con su obra y allá la revista con su selección pero, desde luego, esto no anima a volver a comprar el ejemplar mensual.
Lo del libro ya no tiene remedio.