Quien se acerque a “La Fuga del Náufrago” esperando leer un libro de viajes en moto, está equivocado, no va  de eso. También lo estará quien busque un libro de Historia, tampoco trata de eso. De igual modo errará quien desee un libro de aventuras.
Y sin embargo hay viaje en moto, Historia y aventuras.
Miquel Silvestre nos acerca a la vida y obra de Francisco de Cuéllar, un militar español que vivió en el Siglo XVI y que sobrevivió al desastre de la Armada Invencible en las costas de Irlanda.

Silvestre decide recorrer el país siguiendo los pasos de los supervivientes de La Invencible y pisando los lugares en los que se produjo el desastre. Es otra forma de viajar y conocer un territorio.
El libro, como es de suponer, no aporta nada nuevo a lo que se conoce de la vida y obra de De Cuéllar, como ya he dicho no es un libro de Historia, pero sí que descubre al profano un capítulo de los avatares militares españoles que seguramente desconocía, además de describir, con una prosa cercana, los lugares donde acontecieron los hechos. Las correrías de los supervivientes en Irlanda son relatadas con acierto en la obra, mezclando el pasado con el presente relatado en primera persona, presentándonos a los personajes como seres cercanos y destacando, como héroe injustamente desconocido, al intrépido Capitan Francisco de Cuéllar.
Cabe señalar, no obstante, que el libro se queda muy corto en extensión, tan sólo 125 páginas que se leen en una tarde. El lector se queda con ganas de más viaje en moto, de más aventura y de más Historia.