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La Concentración Invernal Internacional Pingüinos 2016 va camino de convertirse en un culebrón en toda regla a la par que genera más expectación que ningún año por estas fechas. Después de que el Ayuntamiento de Valladolid se comprometiera, después de la anulación del año pasado, a encontrar una parcela para la ubicación definitiva de la Concentración, los problemas e inconvenientes parecen perseguir a cualquier emplazamiento que se busque.

La parcela de La Hípica, lugar designado para el evento, cuenta con una protección ambiental similar, aunque inferior, al pinar donde en 2015 fue imposible celebrar la concentración. Además las obras van atrasadas y ciertos problemas burocráticos lastran la rehabilitación del edificio. Mientras, Ecologistas en Acción ha recurrido la decisión de la Junta de Castilla y León de autorizar la parcela para realizar Pingüinos 2016, precisamente por el nivel de protección ambiental que tiene. Cabe señalar aquí que la protección ambiental de este lugar ha sido pedida, hace años, por el propio Ayuntamiento.

Tras una reunión entre el grupo ecologista y el Ayuntamiento, los primeros han aportado como alternativa tres parcelas situadas en la zona que no tienen protección ambiental. Dos de ellas son públicas y la tercera privada, con lo que habría que contar con autorización del dueño.

¿Cuál es el problema con estas parcelas?

Que las actividades serían en La Hípica (donde se está trabajando en la adecuación de todos los servicios) y la acampada en cualquiera de las parcelas propuestas.

El equipo de gobierno ha visto esta opción como «muy interesante» y han ido a ver las parcelas propuestas por Ecologista en Acción.

¿Qué ha dicho Turismoto?

En declaraciones de Mariano Parellada, presidente del motoclub, «la parcela está autorizada y autorizada» y «no hay posibilidad de modificación», refiriéndose a La Hípica. Según la organización no se pueden separar las actividades y la acampada porque esto iría en contra del espíritu del evento. ‘Pingüinos’ es una «zona común», por lo que es impensable dividir el espacio destinado al descanso de los motoristas de las zonas de servicios y actividades destinadas al ocio de los mismos, ha dicho Mariano Parellada.

A nadie se le escapa que, entre otras cosas, si la acampada no está cerca de las carpas de tiendas y hostelería muchos moteros se quedarían en sus campamentos, con sus hogueras y su gente, y no pisarían el recinto de servicios. En la práctica ya hay muchas personas que apenas si salen del ámbito más inmediato del campamento, pero separar la acampada de la zona de ocio supondría un divorcio de facto: equivaldría a tener dos concentraciones paralelas.

Con este panorama solo nos resta esperar al 15 de septiembre en que se reunirán Turismoto y el Ayuntamiento de Valladolid. En ese momento, a la vista de la propuesta definitiva, la organización de Pingüinos 2016 tomará una decisión en firme sobre la realización o no del evento.