Viajar en moto con la tienda de campaña es un placer de difícil explicación. La libertad que proporciona el saberse con la “casa a cuestas” es impagable. Aunque en  mi caso no tengo mucho reparo en acampar en cualquier sitio, conviene tener algunas precauciones básicas y, por si el desastre nos pilla desprevenidos, dominar la técnica de la acampada en condiciones más o menos extremas.

La acampada libre no es legal en casi ningún sitio pero una cosa es hacer una pernocta y otra montar un campamento. En el primer caso nunca he tenido problemas legales por montar mi tienda en cualquier sitio. Observando unas mínimas reglas de sentido común, no suele haber problemas.

¿Dónde no podemos, bajo ningún concepto, montar nuestra tienda? En zonas de protección ambiental (parques naturales, parques nacionales, refugios de fauna, etc.), cerca de un camping (a los dueños no suele gustarles) y en general, en cualquier sitio que no nos ofrezca confianza. Pero la Tierra está llena de rincones donde pasar la noche, inadvertido bajo el manto de las estrellas. O bajo las nubes, es lo mismo. Áreas de servicio, polígonos industriales, plantaciones de saúcos, campos de alfalfa, prados recónditos… En estos sitios y otros, he acampado. Solo o acompañado. Con mi moto en la puerta y el sonido de la noche arrullándome. Os aseguro que es una experiencia única.

En esta serie de artículos os daré información básica para viajar a salto de mata, regresando a la sencillez de moverse libremente y ahorrando dinero para gastarlo en gasolina. Por seguir un orden lógico comenzaremos por:

tienda de campaña

La tienda de campaña.

Escoger tienda de campaña siempre es un quebradero de cabeza. Nos perdemos en tipología, materiales, marcas… Viajamos en moto por lo tanto el tamaño y el peso serán los primeros condicionantes. Normalmente no vamos a usar la tienda en alta montaña así que escogeremos una que sea versátil y de fácil montaje.

El tipo.

Escoger tienda de campañaUna iglú o de tipo túnel será lo más adecuado, tanto por ligereza como por la facilidad de montaje.

Piensa que las primeras se pueden montar, si hay buenas condiciones, sin necesidad de usar piquetas, cosa que resulta muy cómoda para montaje en suelos duros de galpones, casas abandonadas, garajes o polideportivos. En general desecharemos las que se montan “solas” por una cuestión de espacio.

Algunas tiendas permiten montar la lona exterior primero y luego instalar la «habitación” interior (la mía es de este tipo). Esto es muy útil para instalar el campamento cuando llueve.

El tamaño

Por regla general es mejor escoger una tienda un poco más grande de lo que necesitemos de este modo podremos guardar en el interior el casco, la ropa de la moto y algunos trastos más. Una tienda-refugio de una sola plaza puede ser muy práctica para hacer trekking pero quizá te resulte demasiado pequeña si la vas a usar con asiduidad. Tendremos que buscar un cierto equilibrio entre el tamaño de la tienda y el número de plazas para no comprometer el espacio disponible en la moto para el resto del equipaje. En cuanto al número de plazas es mejor fijarse en las medidas del suelo que confiar en el dato que nos da el fabricante sobre el número de personas que caben en el interior: suelen ser demasiado optimistas.

¿Vas a usarla para estancias largas o montar y descontar cada día? En función de la respuesta deberás escoger el tamaño. Si vas a darle un uso de campamento base es mejor que sea un poco más grande y cómoda.

Que disponga de vestíbulo supone que podrás almacenar equipaje en este espacio o cocinar en caso de climatología adversa.

¿Barata o cara?

La calidad de  los materiales es directamente proporcional al precio. No sucumbas al brillo de lo barato porque ya sabemos que “lo barato sale caro”. Es preferible gastar un poco más y disponer de una tienda que no nos falle cuando más la necesitamos. Lo mínimo que tiene que tener es doble techo y mosquitera, a partir de ahí dependeremos de que nuestro presupuesto sea más o menos holgado. Tienes tiendas de campaña a partir de 25 € (yo viajé durante años con unas de estas) pero no son recomendables más que para un uso esporádico y veraniego. Si empezamos a mirar a partir de 100€ mucho mejor (Skandika, The North Face, Coleman…)

Impermeabilidad.

No solo tiene que ser impermeable, además debe tener algún sistema que evite la condensación. Es muy desagradable levantarse por la mañana y notar que el interior de la tienda está lleno de gotitas de agua a causa de la condensación. Unos respiraderos o ventanitas, aunque sean sin vistas, es lo adecuado.

Los fabricantes miden la impermeabilidad de la tienda en “columna de agua”. Esto no es otra cosa que la presión que soporta la lona antes de que una gota pase al interior. Las cifras comienzan en los 1500 mm pero lo ideal es que ésta sea superior a 3000 mm. o, si vamos a usarla el climas muy lluviosos, 5000 mm.

El suelo también tiene su exigencia en impermeabilidad. Si vamos a montar en zonas que se pueden encharcar nos iremos a columna de agua de más de 8000 mm.

Cuál escoger.

No existe la tienda de campaña perfecta. Has de sopesar tus necesidades y estudiar que aspectos debes sacrificar. Piensa, sobre todo, en el uso que le vas a dar. ¿Camping o monte? ¿Campamento base o pernoctas? ¿invierno o verano? Tendrás que llegar aun equilibrio en cuanto a tamaño, prestaciones, precio, peso, volumen…

 

Escoger tienda de campaña

El montaje

Escogeremos el emplazamiento antes de que caiga la noche. Aplanaremos el terreno en la medida de lo posible y retiraremos piedras, palos y cualquier elemento que pueda incomodarnos. El terreno ha de ser lo más llano posible y si tiene algo de inclinación pondremos la entrada en la parte más baja, siempre perpendicular a los vientos dominantes. Opcionalmente podemos acolchar la base con lo que tengamos a mano: hierba seca, cartones, plásticos…

Es de vital importancia que la tienda esté bien montada y tensada. Las cuerdas, los “vientos”, además de mantener la tienda anclada al suelo sirven para proporcionarle un tensado óptimo que es lo que la hará impermeable. De nada sirve tener una tienda tope de gama si luego no la montamos correctamente. Hay que comprobar que el doble techo no esté en contacto con la lona exterior; esto restaría impermeabilidad al conjunto. Además no dejaremos nada apoyado en la lona, ni ramas bajas, ni botas en el interior tocando la tela, ni nada que sirva de puente al agua.

Si nos instalamos bajo un árbol tendremos en cuenta que no sea una especie resinosa que nos pringue toda la tienda. Pinos, eucaliptos o tilos pueden dejarnos un recuerdo de por vida en nuestro hogar transitorio, sobre todo en verano.

A la hora de desmontar hay que ser cuidadoso y doblarla correctamente, esto alargará su vida útil al evitar un deterioro prematuro. Siempre seca. Antes de empaquetar, si es posible, dejar que se seque bien al aire, sobre todo la condensación interior. Si no es posible guardarla seca recuerda extenderla en cuanto tengas oportunidad.

Cuando saquemos las piquetas seguro que alguna estará doblada. Una vez en casa es importante enderezarlas y dejarlas listas para el siguiente uso.

Y recuerda, cuando levantes tu campamento asegúrate que no ha quedado ni un solo resto de tu paso.