Llevo unos días, tanto en el programa como en el resto de entradas de la página, hablando del frío en moto. Puede que esté un poco obsesionado pero es que son ya muchos los kilómetros rodados en invierno y, a pesar de lo que pueda parecer, soy muy friolero.

Esto me ha llevado a probar un montón de inventos caseros y a adquirir otros de dudosa utilidad.

El invierno pasado Carlos “Coco” Llabrés me habló del Neckcollar. Recuerdo que pensé “no es más que una braga del cuello, no sé a qué viene tanta excelencia”. Carlos me decía que nunca había visto nada igual, que tenía que probarlo, que era una maravilla… lo es.

En invierno, con frío polar, con nevadas, con heladas que te quitan la respiración he llevado de todo. Desde el típico pañuelo palestino con mil vueltas alrededor de la garganta hasta máscaras de neopreno, pasando por “bragas” de forro polar o cualquier prenda que se te ocurra. No había nada que me convenciera plenamente: lo que me quitaba el frío me restaba movilidad y lo que no, me empañaba las gafas o me humedecía la cara con el vapor de agua que generaba al respirar. El resultado nunca era óptimo.

Hasta que probé el Neckcollar.

Parece mentira que una prenda tan sencilla pueda proporcionar tanta confortabilidad y ser tan eficaz. Carlos tenía razón. Aunque, claro, él lo había probado a -25ºC en el círculo polar… eso sí es una prueba de fuego helado.

Yo no necesité irme hasta Cabo Norte en invierno para comprobar su efectividad, los húmedos inviernos en la montaña asturiana ya me dejan helado. Este protector de cuello lleva una membrana cortavientos que, además, repele el agua. Y ya sabemos lo desagradable que es el ir con la nuca mojada cuando hace frío. La parte delantera es como un babero, más larga en la parte inferior. Esto hace que puedas meterlo debajo de la chaqueta y que no entre ni una pizca de aire. El forro es muy confortable, sin costuras incómodas y sin que te haga sentir una sensación de ahogo. Además tiene un con un tacto muy agradable, muy amoroso, que diría mi madre.

neckcollar

Una de las cosas que más aprecio del Neckcollar es su forma. Se ajusta perfectamente a la barbilla y te deja la nariz y los labios al descubierto. Esto evita que se formen humedades debido al vapor de agua. Perfecto para mí que uso gafas.

En la parte posterior lleva un elástico que, sin apretar, hace que se ajuste perfectamente al cuello y sin oprimir. 

Han tardado años en hacer una prenda que se ajuste tanto a mis necesidades.

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