¿Qué es mejor casco modular o casco integral?

Casco modular SchuberthEn todos estos años de viajes en moto he conseguido reunir una colección de cascos considerable. Cascos abiertos, cascos integrales, cascos modulares, cascos no homologados… Todo un elenco de protecciones para la cabeza de lo más variado.

Comencé usando casco integral, uno bastante malo que me regalaron cuando compré mi primera moto. Al tener muy poca idea en cuanto a equipación básica, me pareció un gran regalo. Si el regalo es de gran tamaño, seguro que es bueno, debí pensar.

No pasaron muchas semanas y ya me dí cuenta de que aquel casco era una auténtica basura, poco apto para proteger mi cabeza con cierta seguridad. Lo cambié por un Shoei que me costó un dineral pero con el que me sentía bastante más seguro. También integral.

Después de aquello, con los años y los kilómetros, fueron pasando por mi cabeza diferentes cascos, todos integrales y alguno tan llamativo como el casco de Valentino Rossi. Aunque hubo tiempo para alguna boutade vintage con homologación distraída. Aún conservo alguna de estas antiguallas, como el Duraleu-Forte del año 74 con la calota intacta.

Pero hace unos años, al comprar la vStrom, el anterior propietario me regaló un casco BMW. Se trataba de un viejo modelo que había sido de la Guardia Civil de Tráfico fabricado por la casa Schuberth. Éste es un casco modular que, si bien no tiene las innovaciones técnicas de hoy en día, en sus tiempos era de los punteros. El sistema de cierre es un tanto arcaico, comparado con los cascos que se fabrican hoy, pero ya tenía componentes de calidad y sistemas de seguridad avanzados para su época.

Usé este casco en algún viaje y descubrí las ventajas de los cascos modulares. Tanto fue así que, en cuanto tuve la oportunidad, adquirí un Schuberth C3 que es el que uso en la actualidad.

Ahora bien, ¿Cuales son las ventajas e inconvenientes de cada uno de los modelos?

En cuanto a la seguridad, un caso integral ofrece todas las ventajas y gana la partida de largo. En caso de accidente no hay ninguna pieza móvil que se pueda romper y la cabeza queda perfectamente constreñida en el interior, minimizando los daños en caso de impacto. Un modular, aún siendo seguro (al menos en las marcas de más renombre), siempre puede correr el riesgo de perder la parte abatible en caso de un impacto muy fuerte.

Tampoco gana el modular en insonorización, al tener rendijas y zonas móviles que pueden crear pequeñas turbulencias y provocar ruidos molestos.

Sin embargo, en cuestión de comodidad a la hora de ponérselo y quitárselo un modular se lleva la palma. Si además usas gafas, el no tener que quitarlas para colocar el casco es una ventaja añadida.

Por último, la posibilidad de circular con el casco abierto cuando se rueda a baja velocidad, es algo impagable. No es seguro, cierto, y en muchos modelos el casco no está diseñado para este uso. De esto ya advierten los fabricantes en la documentación que acompaña a casco, pero hay modelos que sí están diseñados para usar con la parte frontal abierta. Incluso, con todo el frontal extraído. De este modo podemos disponer de un casco modular convertible en casco jet con mucha facilidad. Ya sabemos que el que mucho abarca poco aprieta y que lo que sirve para todo no suele ser bueno en nada, pero son opciones que hay que tener en cuenta.

Conclusiones.

A pesar de cierta merma en la seguridad y algunos sonidos indeseados, sigo decantándome por un casco modular, por su versatilidad y por su comodidad en el uso diario. No tener que quitarme el casco cada vez que me dirijo a una persona para preguntar algo, evitar el quita y pon de las gafas o abrirlo en un semáforo para refrescarme, son sólo alguno de los motivos que han hecho que esté enamorado de este tipo de cascos.