Comprar una moto es, muchas veces, un sacrificio. Ahorrar un montón de dinero, pedir un crédito, solicitar un adelanto… Cualquier de las opciones supone un quebranto que, suponemos, va a merecer la pena cuando la tengamos en nuestro poder. Y casi siempre es así.
Pero, ¿qué pasa si nos roban la moto?
Los robos de motos aumentan cada año en España, a veces por no disponer de un buen sistema antirrobo de moto y, a veces, por ser un tanto descuidados.
Recuerdo que, hace poco tiempo, dejé la moto aparcada en Oviedo, en la calle toda la noche. Por la mañana, cuando iba a salir, rebusqué las llaves por todos los bolsillos hasta que me di cuenta que estaban puestas en el top-case. Habían estado allí toda la noche.
Meses más tarde, en el mismo punto, se repitió la escena: las llaves no aparecían por ninguna parte. En esa ocasión salió el dueño del bar y me dijo que las había dejado olvidadas encima de una mesa.
Según las aseguradoras y los datos del Ministerio del Interior, cada día se roban más de 180 motos cada día. Esto es un porcentaje enorme y más sangrante aún, si tenemos en cuenta que solo se recuperan unas pocas.
En Barcelona, más avezados al mundo de las dos ruedas, se recuperan entre un 40 y un 45% de las motos robadas, pero lo normal no es eso. Lo más habitual es que solo se recuperen un 10% de las motos que desaparecen.
Aún recuerdo el disgusto que tuvo el año pasado Matías. A Matías le robaron la moto en Tenerife. Fue uno de los afectados por una oleada de robos de motos en la isla que aún no ha terminado. A Josín también se la llevaron hace años. Este fue quizá, un caso más típico. Las carreras en Jerez y la tentadora presencia de miles de motos con escasa vigilancia. El resultado fue quedarse sin moto y con un gran disgusto, que además estaba nueva.
Muchas veces da igual si la tienes en la calle o en el garaje, los ladrones no respetan nada. En Gijón y en algunos barrios de Oviedo hubo una oleada de robos de motos guardadas en el interior de garajes comunitarios. Los ladrones aprovechaban un descuido en la salida de un coche para colarse dentro y actuar de forma impune.
Los mejores antirrobos de motos para instalar en el garaje y evitar el robo son los que se anclan al suelo. Son, además de seguros, una forma ideal de colocar la moto en los límites de la plaza de garaje.
¿Cuales son las motos que más se roban? Es importante saberlo porque, en caso de que tengas una de las más robadas tendrás que redoblar el esfuerzo para evitar el robo.
El primer lugar del ranking lo ocupa la Honda Scoopy, un scooter de ruedas grandes de los más vendidos lo que lo hace muy fácil de colocar por piezas.
Luego la Yamaha T-Max, un modelo muy popular y manejable. Inmediatamente detrás tenemos a toda la gama Z de Kawasaki. Desde hace muchos años las bandas organizadas se inclinan por estos modelos.
Cerrando el grupo los modelos GS de BMW, otra grande en ventas.
Como se puede ver lo más apetecible para los amigos de lo ajeno son las grandes superventas, algo lógico por otra parte.
Las ciudades donde se roban más motos son Barcelona, Málaga y Madrid y por comunidades, Cataluña, Madrid y Andalucía respectivamente.
Pero… ¿quienes son los manguis?
Pues son jóvenes españoles de entre 20 y 27 años que actúan en grupo y que roban para aprovechar el despiece. Por eso es complicado encontrar una moto una vez robada, las despiezan y las venden a trozos.
Una de las claves para recuperar la moto, por cierto, es poner la denuncia cuanto antes y nunca dejar la documentación en la moto ya que es clave para presentar la denuncia.
Hay que combinar diversos sistemas de seguridad. Alarma, bloqueo y GPS. Es la única manera de garantizar cierta protección.
A mí me la robaron en el parking. Es que hoy día ya no sabes ni qué hacer. Casi vale más no tener moto e ir en metro.