De cómo acabé pasando por el hospital
Yo soy muy de campo, muy de pueblo. En las ciudades me manejo bien porque circulo en moto pero mi medio natural, desde luego, no es ese. Me sumerjo en el metro mirándolo todo con el miedo del que transita por una selva ignota y en una calle peatonal llena de gente ando como con aires despistados, extrañado de no saludar a cada persona con la que me cruzo. Nunca me arriesgo a cruzar un paso de peatones con el semáforo en rojo y me quedo parado en el borde de la acera mientras veo a jubilados y amas de casa pasar fulgurantes a mi lado. Yo no. Yo soy un paleto indefenso si no voy en moto. Y esa indefensión se agrava si tengo que usar el transporte público. Desconozco el itinerario de las líneas, ignoro el precio y, por supuesto, [...]