Muchos cuentistas y pocos contadores
En los años 90 cualquiera que escribiese cuatro cosas medianamente bien hiladas en Internet era un gurú, un icono. Si ese alguien contaba algo de otros países era la quintaesencia del viajero. Si además, viajaba en moto estábamos ante la sublimación de lo perfecto. Eso sin tener en cuenta la carga de "verdad" que venía implícita en un medio de comunicación tan novedoso; alguien que era capaz de escribir en algo tan complicado como la red de redes era poco menos que un genio. Pero aquello eran los 90 y montar una página web no era moco de pavo. Por fortuna hoy es mucho más fácil crear un blog de forma gratuita y cualquiera, sin apenas conocimientos, puede contar sus aventuras y desventuras en un periquete. Pero esto es un arma de doble filo. Si en la pasadas décadas aún no eran [...]