De casta les viene
Me gustaba tomar en té en las dhabas. Son una especie de restaurante-tienda montados en una carpa circular en la que se da cita toda la fauna de la carretera. Allí parábamos motoristas, camioneros, pastores, obreros de la carretera... Esos momentos de descanso eran un impasse idóneo para sentir el pulso de las rutas del Himalaya. Sentarse a tomar el té preparado con parsimonia, comentar las últimas hazañas entre bache y bache o asombrarnos en conjunto con las impresiones del penúltimo precipicio, suponían uno de los mejores momentos del día. Siempre reparábamos en las hordas de trabajadores que se afanaban en las tareas de mantenimiento de la carretera. Todos ellos pertenecían a las castas más bajas de la India, al último escalafón social. Gentes oscuras, niños casi hombres, vestidos con harapos y trabajando en condiciones precarias. En cada unidad de [...]