Boda en Delhi
Cargados de emoción y descubriendo este nuevo mundo que se abría para nosotros nos internamos en el Barrio Circular, unas cuantas calles que se disponen en círculos concéntricos. Mientras decidíamos si comer un kebap, una hamburguesa o la picante comida india, nuestra particular singladura recaló en un restaurante bastante pijo. Nos recibieron varios camereros, maitres y operarios pulcramente uniformados que, en vista de que nuestra intención era dedicarnos al aperitivo, nos encaminaron al bar del segundo piso. Allí, a las tres de la tarde, sin comer y con ansia de llenar nuestras almas con experiencias nuevas, nos dedicamos a bailar con la estridente música electrónica y a tomar cerveza. Yo me decanté por una sangría, con la esperanza de no tener que abonar una cantidad astronómica por un vino caliente y mediocre. Soporto bien el vino malo, no le hago [...]