Muchos cuentistas y pocos contadores
En los años 90 cualquiera que escribiese cuatro cosas medianamente bien hiladas en Internet era un gurú, un icono. Si ese alguien contaba algo de otros países era la quintaesencia del viajero. Si además, viajaba en moto estábamos ante la sublimación de lo perfecto. Eso sin tener en cuenta la carga de “verdad” que venía implícita …