¿Tienes una página web, un blog, un motoclub o planeas un viaje? Seguro que en algún momento se te ha pasado por la cabeza hacer unas camisetas para que los integrantes del grupo o los seguidores puedan lucirlas con orgullo. En Viajo en Moto también hemos pasado por esa fase y esta ha sido nuestra experiencia.
La primera opción para hacer unas camisetas es acudir a cualquier empresa de serigrafía de tu ciudad, en mi caso también tengo amigos que se dedican a ello profesionalmente así que esos eran los lugares para empezar. Pero antes de pensar el logo llegó el primer problema: no disponía de capital para hacer frente al pago de las camisetas. No solo eso, ¿qué ocurriría si me quedo con, por ejemplo, 50 o 100 camisetas sin vender? Y aún más, porque las preguntas se seguían acumulando, ¿Qué tallas hago? ¿Cuántas de hombre y cuántas de mujer? ¿En qué colores? Además está el tema de la distribución, los envíos, las devoluciones, los pagos, los impagos…
La variedad de dudas era tan grande que el proyecto se moría antes de nacer.
Demasiados quebraderos de cabeza para hacer unas camisetas que tenían por objetivo contentar a un puñado de seguidores de la página y el podcast y de las que no pretendía sacar rendimiento económico.
Entonces me encontré con un anuncio de Crowdence, una joven empresa sevillana que aborda el asunto de las camisetas como si de un crowfunding se tratara. La idea es simple: pones en marcha tu campaña de camisetas y si se llega al número pactado para fabricarlas, se fabrican, en caso de que no se vendan las suficientes a los compradores se les devuelve el dinero y el proyecto se retira.
Mi primera experiencia con ellos fue agridulce porque se vendieron diez veces más camisetas de las que había fijado como mínimo para la fabricación pero el modelo que escogí no me satisfizo del todo. En cualquier caso, culpa mía por no haber leído las instrucciones. Tampoco me fijé en que se podían escoger colores así que… todas blancas.
Para la siguiente campaña contacté con los técnicos de la empresa que me aconsejaron marca y modelo de camisetas así como un rediseño del nuevo logo para hacerlo más atractivo y sencillo.
Todo el proceso es muy fácil, desde escoger el modelo de camiseta o sudadera, hasta las condiciones de envío, pasando por el texto, imágenes, etc. Pero si surgen dudas ( o aunque no surjan) lo mejor es ponerse en contacto con el equipo técnico que te aconsejará sobre el logo, la tipografía, el texto… lo que necesites.
La gran ventaja de Crowdence es que no tienes que adelantar dinero para invertirlo en unas camisetas que no sabes si vas a vender pero también que te evitas gestionar tú mismo los pedidos que, lo digo por experiencia, es una tarea pesada y en la que hay que ser muy cuidadoso.
El precio de coste de las camisetas va a depender del número de tintas que lleve tu diseño así como las unidades mínimas que vas a vender. No es lo mismo hacer 10 o 20 camisetas para tu grupo de “aventura” que hacer 200 o 300: a más cantidad, menor precio por unidad. En mi caso las dos veces he pecado de conservador pues las expectativas se han superado ampliamente pero como el objetivo no era financiar nada ni ganar dinero con ello no es asunto que me preocupe. En caso de que se busque obtener fondos para un viaje, por ejemplo, a través de la venta de camisetas lo mejor es dejarse aconsejar por la empresa para saber qué margen aceptable se puede aplicar y cual es la estrategia más adecuada.
Una vez que tienes en casa las camisetas de los que han escogido «recogida en local» solo tienes que ir entregándolas y borrando nombres del listado que te envían, de este modo te evitas que se te mezclen los pedidos o que se produzcan errores. Cada pedido viene con el nombre del cliente y su número de modo que es muy sencillo entregar a cada uno lo suyo.
A la hora de escribir esto hay abierta una nueva campaña de camisetas de Viajo en Moto porque, por mucho que anuncies, siempre quedarán algunos rezagados a los que les apetece la camiseta fuera de plazo, es ley de vida. Cuando finalice la campaña abandonaré el tema de las camisetas, por lo menos, hasta el año que viene porque el mundo de la moto no está acostrumbrado a esta elegancia minimalista y no conviene saturar.
Esta es la tercera tanda de camisetas y, si llega una cuarta, volveré a contar con Crowdence por la sencillez de todo el proceso y por las facilidades que me han dado en esta empresa.
Pues es un negocio muy interesante, voy a contactar con ellos para hacer algo parecido. Muchas gracias por compartir, no lo conocía para nada y me pasaba lo mismo con lo de las tiendas de serigrafía.
¡Un saludo!