Seguramente se trate de la ruta con mayor peso cultural de la cultura española. El Camino de Santiago encierra una gran riqueza histórica y, por este motivo entre otras cosas, fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero, ¿qué sabes exactamente de él? A continuación, reunimos cinco curiosidades muy interesantes. ¡Toma nota!
Curiosidades del Camino de Santiago que quizá no conocías
¿Por qué existen tantas rutas diferentes?
Desde el camino inglés hasta el camino francés pasando por el camino portugués, entre otros. ¿Por qué tantas variaciones del popular trayecto y cuál es el origen de estas? La respuesta está en el sepulcro de Santiago ubicado en Galicia. El objetivo era encontrarse con él y la forma de hacerlo perdía interés. Cada peregrino partía desde un punto diferente y, por tanto, todos ellos fueron creando sus propias rutas hasta Compostela. Sin embargo, por motivos relacionados con el avituallamiento o la protección de los caminantes, algunas rutas se convirtieron en opciones más estandarizadas. En ello, también influyó el creciente número de caminantes que las transitaban.
La Compostela
Todos los peregrinos hablan de ella pero, ¿qué es? La Compostela es un documento que permite verificar que el caminante en cuestión ha realizado el recorrido por devoción, un voto o piedad (devociones affectu, voti vel pietatis causa). Presenta un formato físico de pergamino y está escrita en latín. Además, su emisión corresponde a la iglesia y se lleva a cabo a través de la oficina del peregrino. Sin embargo, no todos los peregrinos la reciben y esta únicamente es entregada a aquellos que acreditan que han hecho los últimos 100 kilómetros a pie, con bicicleta o a caballo. Por otra parte, dadas sus implicaciones, la Compostela es entregada sólo a aquellos que se mueven por motivaciones religiosas. Aquellos que hacen el camino atendiendo a otras razones (por ejemplo, cuestiones deportivas) pueden acceder a un certificado distinto.
El primer Camino
Según reza la leyenda, en 829 un hombre se topó con una tumba bastante extraña. Al no saber qué hacer decidió trasmitir la noticia al Obispo. Este a su vez la hizo saber al rey Alfonso II, el Casto. Este, intrigado, decidió visitarla y, para ello, atravesó el único camino que en la época unía a Oviedo con Galicia (hoy recibe el sobrenombre de Camino Primitivo).
El primer caminante
Si nos atenemos a los datos oficiales, el primer título expedido pertenece a Gotescalco, el arzobispo de Le Puy. Este le fue entregado en el año 950 después de que saliese desde Aquitania. Con esta primera emisión comenzaron a hacerse las siguientes una vez se planificaron las rutas de los caminantes procedentes de Francia. Por otra parte, un príncipe de origen italiano registró por escrito una de las primeras rutas históricas que hoy se conservan.
Las flechas amarillas
Son uno de los elementos más característicos del Camino. La primera vez que se pusieron fue en los años 80 y los responsables fueron Elías Valiña y Andrés Muñoz. Al poco, distintas asociaciones del Camino decidieron preservarlas y seguir su ejemplo agregando nuevas en áreas distintas.
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