No es un invento reciente, tiene por lo menos tres años, pero sigue resultando muy curioso. Se trata de la moto que ha diseñado el japonés Jurmol Yao y que es propulsada por aire comprimido. Las ventajas son evidentes: cero emisiones, bajo nivel de ruidos y cilindros de aire reutilizables. Está pensada para el servicio postal, tanto para reparto como para envíos entre oficinas.
A los vehículos propulsados por gas comprimido aún les falta un largo camino para llegar a nuestras carreteras pero desde PSA y Bosh ya lo tienen cada vez más cerca. Su nuevo coche híbrido propulsado por nitrógeno a presión y gasoilina ya está en la fase final del desarrollo y lo único que le falta para entrar a producción es la presencia de un socio capitalista que sea capaz de afrontar el desembolso económico de su fabricación.
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