11. Gaita Retumbando
Dejamos el Albergue Des Roches por la mañana cuando el calor comienza a apretar. Continuamos el ascenso del valle después de pagar unos exiguos veinte euros por la cena, el alojamiento y el desayuno y después de despedirnos de nuestros anfitriones. Íbamos a subir hasta la cabecera del valle y, desde allí, cruzar por las pistas de montaña hasta la Garganta del Todra disfrutando de los áridos paisajes del Atlas. La carretera de subida difiere bastante de la que nos había traído hasta la Garganta y el albergue. El piso había empeorado bastante y en algunos lugares el asfalto había desaparecido completamente a causa de los torrentes del deshielo de primavera. La geología era impresionante, con pasos a media ladera que hacían que se helase la sangre con tan soloel imaginarse una simple salida de pista. A nuestra derecha, al fondo del precipicio, se [...]