Reflexiones

El amor correspondido

2016-10-07T16:34:16+01:00Reflexiones|

Viajar en Royal Enfield me transportaba a los libros que había leído de los pioneros de los viajes en moto. Me imaginaba cómo sería recorrer estas montañas feroces a lomos de una moto en los años 30, como había hecho el austríaco Herbert Tichy y otros muchos que se embarcaron a recorrer Asia en moto. Y también me acordaba de los modernos aventureros profesionales y sus aventuras infladas. ¿Dónde estaba lo épico de mi viaje comparado con la aventura de vivir de aquellos desgraciados que tapaban baches? Pero eso es harina de otro costal, que los mitos son etéreos y lo etéreo se diluye y desaparece. Mi Enfield era la más macarra de todas, la que hacía más ruido y la que más petardeaba. Era mi moto ideal. Alguna herida de guerra en el depósito, cierta dosis de dignidad antigua [...]

De casta les viene

2016-10-03T00:34:38+01:00Reflexiones|

Me gustaba tomar en té en las dhabas. Son una especie de restaurante-tienda montados en una carpa circular en la que se da cita toda la fauna de la carretera. Allí parábamos motoristas, camioneros, pastores, obreros de la carretera... Esos momentos de descanso eran un impasse idóneo para sentir el pulso de las rutas del Himalaya. Sentarse a tomar el té preparado con parsimonia, comentar las últimas hazañas entre bache y bache o asombrarnos en conjunto con las impresiones del penúltimo precipicio, suponían uno de los mejores momentos del día. Siempre reparábamos en las hordas de trabajadores que se afanaban en las tareas de mantenimiento de la carretera. Todos ellos pertenecían a las castas más bajas de la India, al último escalafón social. Gentes oscuras, niños casi hombres, vestidos con harapos y trabajando en condiciones precarias. En cada unidad de [...]

Las carreteras de India

2016-10-02T16:27:16+01:00Reflexiones|

En poco más de dos horas conduciendo por Cachemira y Jamu ya me creía un indio, al menos en lo tocante al viaje por carretera. La aparente ausencia de normas hacía que la conducción pareciese un "sálvese quien pueda" y en eso soy especialista. Hay, sin embargo, dos normas básicas cuando se conduce una moto por India. Primera: se conduce por la izquierda. Segunda: nunca tienes la preferencia. Estos dos axiomas, que pueden recombinarse con otros, no hay que tomarlos como una verdad absoluta pero conviene tenerlos en cuenta. En cuanto a la segunda norma,las preferencias se establecen según tamaño. En primer lugar y en la cúspide de la pirámide de la conducción, están los camiones. Conviene no olvidarse de esto porque ellos se saben los reyes de la ruta y aunque suelen ser educados, no tienen demasiados miramientos con [...]

Te daba una hostia…

2016-09-30T16:51:13+01:00Reflexiones|

Doblar una esquina en las calles de Delhi es la antesala de cualquier sorpresa, es la puerta a un universo distinto al conocido, un mundo que solo resulta irreal a los ojos de los que vivimos en occidente. Es una realidad palpable y pesada en la que viven millones de seres humanos, tantos que son mayoría. Una vaca, un perro dormitando, un vendedor de cualquier cosa, un sikj de turbante impecable, un buscavidas... No resulta sencillo buscarse la vida en esta ciudad enorme cuando los recursos de que dispones son escasos y miles de personas se los disputan. Clasificar la basura separando la comida entre un olor nauseabundo o intentar sacarle unas rupias a un turista incauto puede ser una opción tan buena como otra cualquiera cuando todo tu capital es menos que nada. Cuando, al doblar una esquina entre [...]

Tocar en lo más alto

2016-09-29T19:12:42+01:00Reflexiones|

En Leh el aire tiene un olor raro, como a nada. Siempre había leído eso del "aire enrarecido" pero no fue hasta llegar a los 3400 metros de altitud cuando comprendí la expresión en toda su magnitud. En toda su cansada magnitud. Ya habíamos tomado nuestra dosis diaria de Diamox pero el "mal de altura" comenzaba a hacer sus efectos. Conozco personas que tienen el mal de altura de forma permanente,  ese mal de los que se creen grandes, de los que se creen eternos y destinados a perdurar en nuestras frágiles memorias, pero es otro mal del que hablo. Este te deja abatido, cansado, sin energía. El cuerpo siente que se está muriendo y te prepara para que lo hagas de forma digna, es decir, muriéndote bien muerto. He de decir que no me tocó lo peor, a Alex [...]

Volando al Himalaya

2016-09-29T03:49:48+01:00Reflexiones|

Después de dormir cuatro horas j llegó la hora de volar desde Delhi a Leh y comenzar la ruta organizada por los Himalayas. Viajamos con Rakatanga, la empresa de Raúl Sanz. A Raúl lo conocí hace unos años en una charla en Asturias. Me gustó su desparpajo desenfadado y su forma de contar el tour que organizaba por India. Luego vinieron varias entrevistas para el podcast, charlas con algunas personas que habían viajado con el y al final llegamos a la conclusión de que nos caíamos bien. Llegar a subirse en un avión en el aeropuerto internacional de Delhi puede resultar un poco pesado para algunas personas. Yo soy una de ellas. Soldados armados a la puerta te piden el pasaporte para acceder a las instalaciones pero conviene no guardarlo en un lugar poco accesible porque habrá que mostrarlo algunas veces [...]

El barrio de las motos

2016-09-22T11:53:54+01:00Reflexiones|

Emerger del lecho con dosis elevada de resaca es un acto de fe se mire como se mire. Quizá, hacerlo en una ciudad como Delhi, tenga un plus de penitencia. Raúl, que es quien organizaba nuestro viaje con indiaenmoto.com conoce todo esto como la palma de la mano y sin duda alguna, sabe moverse con soltura por estos barrios. Esa mañana íbamos a visitar Karol Bag, el "barrio de las motos", un apelativo que sin duda alguna se quedaba corto porque aquello era como la ciudad del motor en versión india. Moverse por callejuelas estrechas atestadas de Royal Enfield, de motos chinas o de otras de inclasificable factura, tiene algo especial. El olor a curry, a cúrcuma y a mugre quedaba eclipsado por el de la gasolina y el aceite viejo. Los talleres, en su mayoría, son habitáculos diminutos bañados [...]

La venganza de Vishnú

2016-08-31T12:19:17+01:00Reflexiones|

Me paso la mayor parte del año sin incidencias de salud reseñables. Quizá algún que otro malestar los sábados por la mañana debido a excesos imprescindibles la noche del viernes pero, en general, nada que no se cure con un poco de automisericordia e ibuprofeno. Ni me siento orgulloso ni dejo de estarlo, son cosas de la vida esto de los malestares pasajeros y cosas del carácter, esto de tropezar una y otra vez en la misma piedra. Así que, hace unos días, cuando me vi poniendo vacunas en en centro médico, me parecía estar asistiendo a una ceremonia dawut, a algún tipo de ritual mágico antes de un viaje iniciático. Allí estaba yo, con los ojos entrecerrados y ánimo nervioso, esperando a que Encarna, la ATS, me administrase una punzada cercana a lo letal que me llenaría de dolor [...]

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