Sigo siendo la misma pero ya no sufro por tu querer
Tamara decía que no había cambiado, pero estaba equivocada. Si ya no sufría por mi querer es que había cambiado, ergo... ya no era la misma. Cambiamos cada día, nunca somos la misma persona que éramos ayer. Los viajes contribuyen a hacer más visible ese cambio, a que seamos más consciente de él. Hoy entrevistamos a Iker, que ha cambiado Australia por Asia y Europa, siempre sobre su Yamaha Teneré.