Tiempo que Perder
Hace unos días recibí un correo electrónico un tanto extraño. En él, una empresa de publicidad (El Cañonazo), de esas de corte moderno y transgresor, pedía mi colaboración para publicitar un evento. Mi tarea en el asunto era bien sencilla. A cambio de un billete de cien euros tendría que llevar, durante una semana, un reloj …