Con Riders 7. Adiós Moscú
Los últimos suburbios de Moscú se iban quedando atrás, escondiéndose detrás de una maraña de abedules, cada vez más tupidos, que se alternaban con prados y tierras de labor. El viento de la planicie moscovita iba deshilachando mis recuerdos más desagradables y ante nosotros se abría la posibilidad de una nueva aventura, seguramente perlada de situaciones rocambolescas e inusuales. El petardeo amable del motor de la BMW se apoderaba de todo mi ser y de nuevo, todas las piezas que andaban desperdigadas por mi cabeza volvían a ocupar su lugar poco a poco. He tenido mejores motos que esta R-80, que ni siquiera es lo más apropiado para viajar, pero ha sido un regalo y le tengo cierto aprecio. En realidad no tengo demasiado apego por las cosas materiales pero digamos que la BMW tiene capacidad para mimetizarse conmigo y no me [...]