Están locos estos cristianos
A las ocho de la mañana comienzan a sonar las campanas de la iglesia que tengo al lado. De su afilado campanario salen unas notas agudas y desagradables que se extienden por el valle como una maldición. Durante diez minutos maldigo al campanero y a toda su estampa así como el pésimo gusto del …