No se si a ustedes les pasa pero a mi, cuando llueve y voy en moto, se me mojan los pies. Y me compré unas botas waterproof. Y se me mojaron los pies. Y me pasé al GoreTex. Y dejaron de mojarse pero se me enfriaban en invierno. Así que decidí tomar cartas en el asunto y poner en marcha alguna idea disparatada que sirviese para quitar el agua y el frío.
Ñapa cuatro. Derivabrisas en los pies
Esto que viene ahora sí es una chapuza en toda regla. Ni goza de presencia estética, ni dispone de una ejecución ejemplar… pero es efectivo. También hay una reseña en una entrada del blog (Deflectores Caseros para la v-Strom) Se trata de unos recortes de goma que, adosados a los lados del motor, derivan el aire y el agua de los pies. Están hechos con un trozo de metal, cuatro remaches y dos trozos de un batefuegos, esas “palas” de goma que se usan para extinguir incendios.
No queda muy bonito, no, pero no me mojo los pies.
Aquí un señor bombero extinguiendo un monte del Principado de Asturias que no tardará en volver a quemar en un par de años como mucho. Para esta ardua e inútil tarea está usando un poco sofisticado adminículo: el batefuegos.
Esta es la primera versión del deflector, atado con un par de bridas sin demasiados miramientos. Efectivo a más no poder pero no pasaba de ser una chapuza indigna.
Y aquí el bricolaje casero totalmente ultimado. El deflector va sujeto a los topes de defensa del motor con la mencionada chapa. Soy perfectamente consciente de que en la foto no se aprecia con detalle el trabajo realizado pero, no nos pongamos tan dignos porque la obra no es para tanto.
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