La [amazon_textlink asin=’B00HE5GAPS’ text=’manta térmica’ template=’ProductLink’ store=’viaenmot-21′ marketplace=’ES’ link_id=’c12ca224-1603-11e7-80d0-2b7dd79c20ae’] o [amazon_textlink asin=’B00TYKLOAC’ text=’manta de supervivencia’ template=’ProductLink’ store=’viaenmot-21′ marketplace=’ES’ link_id=’ceb06881-1603-11e7-a657-2f2e19d94191′] fue desarrollada por la Nasa para su programa espacial en 1965. La manta térmica no es más que una capa de plástico (PET) a la que se le inyecta vapor de aluminio puro y tiene como objetivo principal proporcionar aislamiento térmico.
Su uso principal es la supervivencia y los primeros auxilios pero puede tener aplicaciones para la vida motociclista bastante útiles.
Antes de comentar los usos debemos saber cómo funciona.
La manta térmica tiene dos caras diferenciadas, una de color plateado y la otra dorada. La cara «operativa» es la aluminizada, es decir la de color plateado. Ésta tiene la propiedad de refractar el calor y es la que va a realizar el trabajo. Si deseamos proteger del calor a una persona u objeto, debemos poner esta cara hacia el exterior. Hay que tener en cuenta que, en este caso, no es conveniente envolver a una persona con ella porque evitaríamos la evaporación de la transpiración. Es mejor dejarla holgada.
Por el contrario, si lo que deseamos es evitar una hipotermia, debemos situar la cara aluminizada hacia la persona a proteger y fijarla, si es necesario, con cinta adhesiva para evitar que se mueva o que se la lleve el viento.
Veamos otros usos.
- Proteger de la hipotermia
- Proteger del calor (golpe de calor, fiebre, parasol…)
- Aislar del suelo (acampadas, descanso, etc)
- Cubrir el asiento de la moto en verano
- Aislar el techo de la tienda de campaña
- Construir un saco vivac
- Refugio improvisado (sombra, tienda)
- Poncho impermeable
- Reflectante en carretera o señalización
- Reflejar el calor de una hoguera
Estos son solo algunas de las utilidades pero seguro que hay muchas más y que la imaginación de cada uno le podrá sacar más provecho.
Este tipo de mantas son baratas y ultraligeras lo que las hace muy adecuadas para llevar en cualquier hueco de la moto. Suelen venir plegadas en una bolsa de unos 10×5 cm aproximadamente y están preparadas para un solo uso. Si somos hábiles en el plegado podremos usarlas más veces pero resulta casi imposible volverla a dejar como estaban. Por otra parte son bastante frágiles así que no es fácil usarlas más de una vez. Miden 2200×1400 cm.
Estas mantas, dada su utilidad, tuvieron su evolución y se fabrican otras reforzadas y reutilizables. Éstas, a su vez, podemos encontrarlas con forma de manta o de saco de dormir, para reforzar el aislamiento de los mismos.
Si nos vamos al mercado especializado en rescate, emergencias y montaña encontramos productos muy ligeros y resistentes tanto en mantas térmicas como en fundas de supervivencia. [amazon_textlink asin=’B01LX3PEZU’ text=’Ferrino’ template=’ProductLink’ store=’viaenmot-21′ marketplace=’ES’ link_id=’26a2dd58-1603-11e7-aa61-9b53cdd14ad5′], Adventure Medical Kits o [amazon_textlink asin=’B00J6CAVA2′ text=’Life Systems’ template=’ProductLink’ store=’viaenmot-21′ marketplace=’ES’ link_id=’9e50fd05-1603-11e7-ba5f-a3a201d12a8d’] son solo algunas de las marcas que ofrecen material de calidad.
Si vas a salir de viaje no te olvides de incluir en el equipaje una manta isotérmica porque puede sacarte de un apuro cuando menos te lo esperas.
Nota: He tenido que usar la manta térmica en varias ocasiones. Fueron casi siempre en concentraciones invernales en las que el frío fue mayor del previsto. Aunque ahora que tengo un saco de dormir «premium» ya no tengo tantos problemas en ese sentido, sigo usándola cuando voy a la playa y aparco la moto al sol. El modus operandi es el siguiente:
Aparco bien cerca de la arena, introduzco la ropa de moto y el casco en un saco de malla metálica con candado. Dejo todo bien amarrado sobre el asiento y cubro el conjunto con una malla térmica de dos euros. Con esto consigo que ni el equipo ni el asiento se calienten y que todo quede relativamente alejado de miradas indiscretas.
Desde que la comprés, hará unos 20 años, siempre me ha acompañado