Ochenta cosas que se pueden hacer de viaje por el extranjero y en casa no se hacen por variados motivos.
- Acampar y hacer una hoguera.
- Pisar doble continua.
- Comer lo que no te gusta.
- Reñir con tus amigos.
- Añorar la monotonía de siempre.
- No pagar en los peajes.
- Decir que vienes de España.
- Ser nacionalista y decir que eres Español cuando te preguntan: where are you from?
- Cantar sevillanas.
- Pagar el 25% más por la gasolina y no protestar.
- Comer mil veces peor que en España y no protestar.
- Hablar con cualquiera.
- Dártelas de viajero.
- Hacer lo mismo que hacen ellos cuando están aquí.
- Tener miedo de la policía.
- Hablar a voces.
- Que te de vergüenza hablar.
- Buscar drogas que tenías en el barrio y que allí no te interesaban.
- Admirar monumentos que no sabes lo que son.
- Saber quién era el de la estatua.
- Decir que disfrutas con el calor en Roma.
- Ser de Barça o del Madrid.
- Hablar sin miedo a los adolescentes con pinta de macarras.
- Desconfiar del prójimo.
- Amar la prójimo
- Fiarte ciegamente de prójimo.
- Cambiarte de religión.
- Abominar la religión.
- Jurar en arameo.
- Desear un servicio oficial.
- Cagar en sitios raros.
- Dormir a ratos y mal.
- Ser el dios de ti mismo.
- Jurar y prometer cambiar.
- Andar a solas con todos.
- Parecer guay.
- Quitarte diez años de encima sin que se note.
- Creer que no se nota nada.
- Vivir cada día una aventura.
- Ser soltero otra vez.
- Desear estar con tu esposa.
- Fijarte en los pobres que aquí no ves.
- Afirmar que la higiene está sobrevalorada.
- Suplicar por una ducha de agua caliente.
- Soportar las mentiras de un falso guía.
- Jurar que no le dirás a nadie el palo que te acaban de meter.
- Liarte con el primero.
- Liarte con el segundo.
- No parar de liarte.
- Flipar con gilipolleces.
- Interesarte por la historia de un país para olvidarla a las dos semanas.
- Hacerte fan de algo.
- Ser solidario.
- Cumplir las normas sin rechistar.
- Saltarte las normas como un amoral.
- Ser dicotómico, antagónico de ti y contradictorio.
- Encontrarte a ti mismo otra vez.
- Sentirte ciudadano del mundo.
- Empatizar con los delincuentes (si no te roban)
- Abrir la mente.
- Revisar tu moto de forma compulsiva.
- Sentir que podrías escribir un libro.
- Añorar el jamón del malo.
- Tocarles los huevos a los musulmanes comiendo jamón del malo.
- Hablar bien alto por si hay otros españoles cerca.
- Amar más a tu GPS que a ti mismo.
- Hablar bajito por si hay otros españoles cerca.
- Creerte un viajero.
- Hacer fotos a tontas y a locas.
- Maldecir a tus compañeros de viaje.
- Sentirte idiota detrás de un guía.
- Pasar de todo.
- Perderte en la medina. Por listo.
- Sorprenderte a ti mismo haciendo el guiri.
- Pedir a la carta sin entender lo que dice.
- Convertir la hora de la comida en una sorpresa.
- Conducir por la derecha en Londres.
- Cansarte de decir cuánto cuesta tu moto
- Llegar a casa más sabio.
- Volver a tu país.
«Jurar en arameo» y «amar a mi GPS»
Me encanta!!!
Superfan de la 2 y ni de coña la 5. Buenísimo en cualquier caso.
Martín, me acordé de ti en el ferry a Ingoumenitsa :-)
Gracias por pasarte por aquí. Y al podcast.. cuándo vienes?
En cuanto pueda que mi vida de autoeditor ahora mismo es una locura jajajajaja
Pues la presentación de tu segundo libro en el programa es imprescindible para una buena promoción.
¡¡¡¡cuando y como quieras!!!!!