crónicas

Tarde de Chill Out

2013-01-21T22:19:04+01:00Reflexiones|

A las siete de la mañana las campanas de la iglesia vuelven a despertarme sobresaltado. En esta ocasión despachan con cinco minutos de compromiso pero son suficientes para que me desplace por la moqueta maldiciendo a la cristiandad. He comprado unos quesos típicos para que se lleve a España. En el hospital se lo llevan para la radiografía diaria. Le van a freir los sesos. Está peor del hombro y los dolores son cada vez más fuertes. El drenaje parece que funciona bien y quie el pulmón se ha vaciado de líquido. Cuando llega el doctor Stecher, impecable como siempre, con ese aire tan dinámico y tan dulce a la vez, nos trae noticias nuevas: el drenaje va a ser retirado porque ya ha cumplido su función y preparará todo el asunto del traslado para el miércoles. Esto nos anima [...]

Están locos estos cristianos

2013-01-21T22:14:18+01:00Reflexiones|

  A las ocho de la mañana comienzan a sonar las campanas de la iglesia que tengo al lado. De su afilado campanario salen unas notas agudas y desagradables que se extienden por el valle como una maldición. Durante diez minutos maldigo al campanero y a toda su estampa así como el pésimo gusto del constructor de semejante instrumento de tortura. Al final el estruendo hiestérico es sustituído por otro un poco más grave y este por otro aún más y esta abominable sinfonía se repitió durante media hora con sus campanas en tono decreciente. Aproximadamente en el minuto veinte de concierto no pude más y me levanté refunfuñando y reprochando el poco respeto de estos cristianos por el descanso ajeno. ¿No les ha dicho nada su profeta al respecto?. ¿Acaso son necesarios treinta minutos de estruendo para llamar a [...]

Sonno in stato di ebrezza

2013-01-21T22:04:59+01:00Reflexiones|

Hoy me levando a las ocho y cuarto, media hora más tarde de lo habitual. Se ve que la cerveza de ayer causó el efecto deseado y alguno más de indescriptible sensación esta mañana. En el hospital sigue sin haber novedades, lo normal para un sábado por la mañana. Lo más destacables es que vuelvo a ver a Valeria, la enfermera que nos atendió el primer día y que tan bien nos había caído. Bromeamos un rato y le ofrezco un viaje a España en moto. Afortunadamente prefiere el avión. Sin saber muy bien cómo he llegado hasta aquí ahora me encuentro tomando cerveza como un poseso en compañía de Walder, un sastre jubilado famoso en Silandro por pasar gran parte del día en lo que educadamente llaman, “stato de ebrezza”, es decir borracho o “ubriacco”. Es un hombre cariñoso [...]

Born to be Wild

2013-01-21T22:02:03+01:00Reflexiones|

A las cinco de la mañana me despierto con una tremenda cagalera y me paso el resto de la noche correteando hacia el baño. El hecho de que amanezca a una hora tan estúpida como las cuatro y media de la mañana ha cambiado mis hábitos matutinos, de natural poco madrugadores. A las siete ya estoy integrado, casi con pleno derecho, entre el resto de la humanidad, habiendo quedado atrás la vida onírica y recoletamente ínitima de las sábanas. En el hospital el paciente está en su sesión diaria de radiografías. Afortunadamente no lo dejarán calvo. Ha venido a vernos un monje muy simpático que nos habla de sus tiempos jóvenes en Roma con dos “hermanos” españoles, uno valenciano y el otro vasco. Eran momentos de lucha por las libertades, de plantar las semillas para que los jóvenes de ahora [...]

Preparando un Venezziano

2013-01-21T21:53:55+01:00Reflexiones|

Son las ocho y media de la mañana y estoy en el hospital. No hay novedades. El postrado lleva cinco días sin cagar. Me imagino que hacer de vientre tumbado ya es una cosa difícil “per se” pero si, además, tienes dolores cada vez que intentas moverte la cosa puede llegar a ser bastante complicada. A la una de la tarde se lo llevan al baño en una silla de ruedas. Se marea un poco pero es capaz de mantenerse en pie perfectamente. Para mi supone un alivio verlo erguido aunque se le vean aún más moratones en la espalda y las piernas. Después de tantos días en la cama, en postura horizontal, verlo incorporado es como si la recuperación hubiera avanzado de forma ostensible. El omóplato le duele menos y no se queja de la espalda al ponerse de [...]

Del Stelvio al Cielo

2013-01-21T21:44:19+01:00Reflexiones|

Ayer decidí subir el Stelvio a pesar de que trae malos recuerdos. Lo haré, no sólo por mi que llevo más de diez años soñando con ello, cuando en una revista de motos leí el viaje de alguien que había estado por ahí arriba. También por mi compañero de ruta. El día amanece con niebla en las cumbres y no parece que vaya a haber muy buenas vistas desde el puerto. Me da igual. Antes de salir pas opor el hospital a ver que tal ha pasado la noche el convaleciente. Como era dee sperar no hay novedades. El asunto se está convirtiendo y algo rutinario y desesperante. Nunca hay novedades, nunca pasa nada. Estamos deseando que el drenaje deje de fluir y poder volver a casa pero esto es el cuento de nunca acabar. Día tras día siempre es [...]

En Vía Muerta

2013-01-21T21:21:05+01:00Reflexiones|

  Hoy es martes, es el tercer día que vamos a pasar en Silandro. Alrededor de las cinco de la mañana abrí los ojos y el rosicler del amanecer comenzaba a inundarlo todo. En el hospital a Gelu le han dicho que no podrá salir hasta el sábado o el lunes. Esto es una nueva modificación de planes y supone quedarse toda la semana aquí. Los plazos se van alargando y no me queda más remedio que hacerme a la idea que la cosa va para largo. Ha pasado mejor la noche y los dolores van remitiendo poco a poco. También le comentaron que la lesión en la espalda es en la "cresta". Los médicos de aquí han enviado el informe a un cirujano de Bolzano que, parece ser es un especialista de renombre, para tener una segunda opinión. Él [...]

El Quid de la Gestión

2013-01-21T21:05:44+01:00Reflexiones|

  Amanece a las cinco de la mañana. Una hora absurda para que el sol haga su aparición en el microuniverso en el que vivo. Esta noche ha llovido. A las ocho me doy una ducha y, después de desayunar en el hotel, salgo hacia el hospital deseando que una mejoría milagrosa que los médicos no son capaces de explicar ni comprender, que un error inexplicable de interpretación le de la vuelta a la situación en la que estamos. No va a ocurrir eso, claro que no. El doctor Stecher me dice que en tres o cuatro días le retirarán el drenaje y podrá ser repatriado a España en avión. "Lui e bravo", me dice. Si, ya sé que es valiente. No ha salido de su boca ni un solo gemido, ni un quejido lastimero pidiendo que la humanidad se [...]

Ir a Arriba