Zac y Olivier.

A la hora de hacer un viaje largo en moto son muchas las personas a las que les preocupa hacerlo en solitario. Y con razón. En caso de tener cualquier percance, por pequeño que sea, no todo el mundo está igual de preparado para afrontarlo en solitario. No sólo eso, el compartir con otras personas la experiencia de conocer un sitio nuevo, la emoción de descubrir otros paisajes y culturas, es algo que puede vivirse con más intensidad si uno está acompañado.

Internet es una buena herramienta para entrar en contacto con personas que tienen las mismas aficiones, los mismos gustos y que gocen con las mismas o parecidas sensaciones. Es fácil, por tanto, lanzarse a la red en busca de compañeros de aventuras para realizar un gran viaje. Sin embargo no es oro todo lo que reluce y en ocasiones, podemos vernos guiados por la emoción de los preparativos y la ilusión del viaje y meter la pata en el momento de escoger a nuestros compañeros de aventuras en moto.

Yo he viajado con personas a las que no conocía más que del intercambio de algunos mensajes a través de correo electrónico. En ocasiones salió bien y en otras… no tan bien. Recuerdo que uno de ellos me contaba que, en un viaje a Senegal, su compañero de viaje, conocido en un foro, estaba más interesado en irse de putas que en cualquier otra cosa. Nada que reprochar pero cuando una de las partes no está por la labor la cosa puede desembocar en problemas. Que fue lo que al final les ocurrió.

Para evitar situaciones no deseables al viajar con desconocidos, aquí van una serie de consejos que deberías aplicar cuando busques compañeros de viaje en internet.

1. Conocerse.

Lo ideal sería realizar alguna ruta juntos a modo de prueba. Un fin de semana, una concentración o un par de días de convivencia sería lo deseable antes de embarcarse en el gran viaje. Ahí os iréis tanteando y conociendo. Si surge algún roce o discrepancias es el momento de profundizar en ello.

2. Sobre gustos no hay nada escrito.

O sí. Hay tanto escrito que es para perderse pero vosotros vais a hacer un viaje juntos y quizá convenga poner algunas preferencias en común. Si tú eres un apasionado de los aviones y vas a visitar todos los aeródromos y fábricas de Boeing de Europa quizá debas advertírselo a tu compañero de viaje que puede ser más aficionado por ejemplo, al putiferio y la mandanga.

3. Comportamientos.

Conviene fijarse en cómo se enfrentan los viajeros futuribles a las situaciones normales de la vida. ¿Troleo en los foros? ¿Broncas continuas? ¿Apatía en general? ¿Se arroncha a la hora de pedir la cuenta? Vais a estar juntos unas semanas así que será mejor ir averiguando cómo se comporta en situaciones relajadas para intuir como lo hará en las tensas.

4. Filias y Fobias.

Asegúrate de que vuestras obsesiones sean parecidas. Si hay que llegar a tal o cual punto porque ese es el objetivo del viaje es mejor que lo sea para todos los componentes de grupo. También conviene hablar sobre las posibilidades de cambiar la ruta sobre la marcha o ceñirse siempre al plan previsto.

5. Más de tres es multitud.

Tres no es un número malo del todo pero ahí está el límite. Siempre se corre el riesgo real de que dos se alíen contra el tercero y que uno quede en desventaja. Poco a poco surgirán adhesiones inquebrantables y el número máximo de aliados será de dos. El tercero se sentirá desplazado y será causa de problemas. Lo mejor, dos personas. Y cuidado con los viajes de parejas. Aquí es más que complicado gestionar situaciones límite porque ellos dos ya forman equipo desde mucho antes de que tú aparecieses.

6. Ante la duda: no.

Si tienes dudas con alguno de los componentes de la expedición di abiertamente que no. Tú eres el que organiza, son tus vacaciones y no puedes permitirte arriesgarlas viajando con alguien sobre el que tienes dudas desde el principio. Honestidad para contigo y para con los miembros del grupo.

7. Los pactos.

Antes de salir deberíais dejar muy claro hasta qué nivel de compromiso estáis dispuestos a asumir. Yo, como norma, exijo una tienda de campaña por persona y el compromiso de que antes de que las cosas se pongan feas cada uno se vaya por su lado. En caso contrario el viaje puede llegar a ser un infierno. En Turquía uno de los componentes del equipo nos dejó y en el viaje a Mauritania, también. Cuando una situación se vuelve demasiado tensa y no tiene visos de solución lo mejor es ejecutar el pacto.

8. Busca cualidades.

Busca personas que sean divertidas y habladoras, que tengan cierta capacidad resolutiva y que, por encima de todo, sean respetuosas con los demás. Otras virtudes como el dominio del idioma o la experiencia en viajes  pueden quedar en segundo plano en favor de un mayor “don de gentes”, por poner un ejemplo.

9. Los dineros.

Hablad del dinero antes de salir. ¿Cómo vais a organizar los gastos? ¿Pondréis un fondo para gastos comunes? ¿Cada uno lo suyo? El hacer un fondo común para comidas, albergues o copas puede ser una buena forma de cohesionar el grupo pero aseguraos de que el gasto por persona es equitativo para que no haya abusos que generen discrepancias.

10. La Internet.

Recuerdo que, en el viaje a Cabo Norte, Álex y yo teníamos nuestro “momento McDonalds” para acceder a la wifi del local. Eso puede llegara resultar molesto para algunos compañeros de viaje por lo tanto es preferible hablar estas cosas antes. Lo mismo sirve para las fotos que se suben a las redes sociales o las “aventuritas” que se comparten en la red.

Corolario: Lo único que hace falta para escoger un buen compañero de viaje es un poco de sentido común y algo de tino. Todos conocemos casos cercanos en los que una persona consiguió poner de uñas a todo el grupo y en los que resultaba imposible un mínimo de armonía. Viaja libre y preparado para cualquier eventualidad, con la mente abierta y la determinación firme de que nadie tenga el poder de estropear tu pequeña aventura particular.