Las emisiones de escape de los coches es un tema que lleva varios años teniendo una gran importancia en nuestra sociedad. Los fabricantes de coches y motos han diseñado e instalado diversos componentes en los vehículos para garantizar la reducción de estos gases nocivos para el medio ambiente. En lo que respecta a esta función, la sonda lambda tiene un papel de gran importancia para que el coche funcione de manera adecuada y sus emisiones se reduzcan notablemente.

La sonda lambda es un dispositivo instalado en el tubo de escape que puede encontrarse antes o después del catalizador. Esta sonda recibe la información de los gases de escape para ordenar al sistema de inyección los cambios necesarios en todo momento para mantener la relación perfecta entre aire y combustible.

Sonda lambda

Foto de la sonda lambda tomada de recambioscoche.es

Cuando la sonda lambda falla se pueden detectar diversas señales en el motor que indican el problema. Una de las más comunes y fáciles de detectar es la pérdida de prestaciones del motor del coche, esto supone una pérdida de potencia del mismo. Además, el consumo de combustible aumentará de manera notable tanto cuando el coche está al ralentí como cuando se encuentra en marcha. Lo más probable es que también se encienda el testigo de fallo de avería del motor.

Las averías en la sonda lambda pueden estar provocadas por diferentes causas, como por ejemplo un exceso de consumo de aceite que provoque que este llegue hasta el escape y tape la sonda. Otro elemento que puede perjudicar a este componente son los restos de hollín, cuya suciedad también puede afectar a su funcionamiento. Tampoco deben descartarse otro tipo de fallos como los electrónicos en los circuitos o en el suministro de tensión. Finalmente, el uso de un combustible con plomo también puede provocar fallos en la pieza, sin embargo, el plomo es un elemento prohibido en la gasolina en España desde el año 2001.

La sonda lambda suele tener una vida útil de aproximadamente 100 000 kilómetros recorridos. Esta pieza no requiere un mantenimiento regular por este motivo no se suele realizar su revisión en el taller durante las revisiones de los coches. Sí que es posible utilizar una máquina de diagnosis para conectarla al puerto OBD y comprobar así si la sonda muestra algún error. En coches, el precio para la sustitución de este componente suele encontrarse entre los 60 € en los modelos de coche más sencillos y los 250 € para los vehículos de gama media-alta. Además, a esto hay que añadirle el precio de la mano de obra del taller.