Un día dije en Viajo en Moto, el podcast, que yo nunca había estado en Granada. Una cosa normal, hay mucha gente que no ha estado en Granada. Pero hubo quien me dijo que conocía sitios lejanos pero no conocía lo que tengo más cerca.
Vamos, que no conocía España.
En realidad conozco muchísimos sitios en España, he estado en todas las provincias varias veces. Absolutamente en todas. Pero no me atraen las ciudades. Por eso no he pisado Granada, a pesar de haber pasado por allí varias veces.
Y tampoco conozco Huelva, ni Lleida, ni Vitoria, ni Huesca, ni Jaén, ni Girona, ni Castellón, ni Valencia.
En el resto de capitales de provincia estuve en todas. Que, para no gustarme las ciudades, son bastantes.
Y no soy mucho de ir a la ciudad porque, además de que suelen ser más caras que el resto del país, no estoy demasiado cómodo, ando como perdido. Soy de pueblo, qué le vamos a hacer.
Me pasa igual que a Paco Martínez Soria en la película aquella “La ciudad no es para mí”.
Por otra parte me dio por pensar en este asunto: ¿qué es mejor, conocer de forma general un país, una región… o conocer más en profundidad ese mismo sitio?
¿Minimalismo o generalismo?
Muchas veces oímos eso de “yo prefiero conocer lo que tengo cerca antes de irme a conocer otros países…” y en ocasiones, lo único que hay detrás es querer hacer de la carencia, virtud.
«Me gustaría conocer Ho Chi Ming, pero como no puedo , voy a decir que antes de ir a Ho Chi Ming es mejor conocer Tomelloso.»
Vamos a desbrozar conceptos.
Lo primero, Como en Barrio Sésamo, es saber lo que consideramos cerca o lejos.
Este concepto depende mucho de cada persona. En un ocasión os habñe en el programa de un señor cuyo viaje más largo había sido de 230 kilómetros.
Es decir, lo de cerca y lejos es un concepto relativo. Para mí ir hacer 500 km con la RT puede ser cerca y para otra persona con un ciclomotor seguro que le parece más lejos.
Y con la Royal hacer esa misma distancia seguro que me parece lejos o sea que también depende del vehículo, no sólo de la persona.
Velocidad es igual a espacio dividido por el tiempo así que, a más velocidad, menos tiempo y el espacio parece más corto aunque sea el mismo.
Por otra parte, ¿qué es mejor, ser aprendiz de todo y maestro de nada o al revés? Tengo que ceñirme a conocer bien mi país antes de ir a conocer otros?
Necesito ser un etnógrafo de mi cultura antes de ir a conocer otras?
En caso de que la primera opción fuese la más adecuada… ¿no tendré que conocer bien a fondo mi comarca antes de lanzarme a conocer la provincia? Y aún podemos ir más allá… ¿no tendríamos que conocer a fondo la provincia antes de salir de ella?
Porque… ¿dónde ponemos el límite?
Que esa es otra, a ver a qué llamamos “conocer bien”…
Conocer lo que tienes cerca antes de lanzarte a sitios lejanos me parece algo que no tiene ninguna importancia: viajas cuando puedes y a donde puedes.
Si te surge la oportunidad de irte al quinto pino porque tienes los días de vacaciones que te hacen falta, o porque consigues ahorrar lo suficiente, o porque te has divorciado, o porque tus hijos ya son mayores… pues adelante.
¿Qué habría que hacer, dedicar esos días a conocer tu comarca, tu provincia? O irte a Kenia de safari fotográfico, o a conocer Ho Chi Ming…
Teniendo en cuenta que el mundo es muy grande y dependiendo del grado de profundidad con el que quieras conocer un sitio, creo que cada uno tiene que aprovechar las oportunidades que le pasen por delante.
Y si no conoces España en profundidad… pues bueno, pues vale. Ni en siete vidas podrías conocerla.
A menos, claro, que marquemos unos mínimos, ¿no? Pues cada uno que marque el límite donde quiera.
Eso de que hay que conocer lo de uno antes de ir a otros países no es más que una frase hecha vacía de contenido y tan llena de matices que no nos dice nada.
En 2020, por mor de la pandemia, hubo muchas personas que salieron a recorrer España en moto y quedaron sorprendidas. Pues claro, porque es un país con una diversidad cultural y de paisajes muy grande, pero de ahí a decir que hay que recorrer toda España en profundidad antes de de ir a otras partes., dista un abismo.
Porque… ¿luego qué? Cuando consideremos que ya conocemos mucho España, por aquello de seguir conociendo lo cercano tendremos que ir de viaje a Francia, a Portugal o a Andorra antes que se nos pase por la cabeza ir a Alemania.
Que está muy bien conocer el país de uno, pero no veo por qué tiene que ser excluyente a la hora de conocer el país de otros.
Y siguiendo con esto, me pregunto yo si no es mejor recorrer el mundo cuando eres joven y dejar lo cercano para cuando ya no tengas tanto ímpetu para irte muy lejos.
Cada uno que viaje a donde pueda, que antes de que nos demos cuenta la vida se nos habrá pasado por delante y nuestras ganas de viajar se irán diluyendo a la vez que aparecen dolencias de próstata, de osteoporosis o de presbicia.
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