Hace unos días, recorriendo los bares lumpen de Oviedo, algo de lo que hablaré en tiempo y forma, charlaba con mi amigo Gianola sobre internet, las redes sociales y las relaciones que se establecen. Reflexionábamos sobre el poco movimiento que hay ahora en los foros, desde el advenimiento de esta nueva cultura que son las redes sociales.
Los foros languidecen y van quedando en un segundo o tercer plano, desplazados y acongojados por Facebook y Twitter. Incluso el fenómeno «blogger», que tan de moda estaba a finales de la década pasada, ha perdido parte de su ímpetu y la blogosfera anda a medio gas. Quién nos lo iba a decir hace unos años cuando había verdaderos ídolos de masas disparando palabras desde los más variados blogs.
Todo eso hoy está bastante diluído y ningún blog o foro que se precie de serlo puede caminar de forma autónoma sin la concurrencia de las redes sociales, principalmente Facebook y Twitter. Pero, ¿qué nos ha traído esto?
En las redes sociales prima una especie de onanismo virtual. Se trata de dejarse ver, de enseñar selfies, foodporn y toda una serie de actitudes que reafirmen nuestra existencia frente a la de los demás. Somos seres sociales, gregarios por naturaleza y, aunque el individualismo de las RRSS pueda parecer que choca con la pertenencia a un grupo social, no es así. Buscamos precisamente, dejar de ser egregios a través de la aprobación de los demás; necesitamos sentirnos queridos y aceptados por nuestros congéneres y para ello nada mejor que unos «retuits» o unos «me gusta» a tiempo. Es natural, comprensible y hasta agradable, no hay que avergonzarse de ello.
Pero volvamos a los foros, a lo que era, hasta no hace muchos años, el centro neurálgico de las reuniones sociales, el ágora del siglo XXI. Donde antes había movimiento de post y si querías estar al día tenías que hacer visita cada pocas horas para no perderte nada, ahora es un páramo lleno de cascotes, de información desfasada salteada con felicitaciones de cumpleaños que saltan de forma automática. El apartado de presentaciones boquea como un pez fuera del agua y matorrales rodantes se pasean por el foro técnico. Se han perdido los trolls, los «espabilaos», los héroes… y hasta aquel listo que todo lo sabía ahora está en un grupo de Facebook, que ha creado él mismo y donde nadie le rebate argumentos porque, ahora sí, es un gurú de verdad.
¿Que hemos perdido? No solo nos ha dejado todo el variado compendio de personajes tópicos que pululaban por los foros, hemos perdido el lugar donde se compendiaba el saber popular. Los foros «monomarca» donde podías obtener información sobre tu moto también están de capa caída. Los generalistas donde lo mismo podías aprender a cambiar un neumático que a instalar un dragbar, igual. Los consejos que se daban allí van quedando perdidos en las búsquedas de Google, desplazados a las terceras páginas por falta de actualización. Toda la sabiduría acumulada se acabará yendo por el desagüe de la red. ¿A dónde acudiremos cuando esto ocurra? ¿A los grupos de moteros de Facebook, difíciles de encontrar y sin apenas información técnica? ¿A los tuits de 140 caracteres caracterizados por la inmediatez? No, no hay nada ahora mismo que sustituya a lo que fueron los centros del saber «motorístico», un lugar donde recibir consejos del abuelete, donde escuchar fantasmadas del espectro de turno y donde leer las batallitas de los más viajeros. Ahora lo único que encuentras con facilidad son fotos y vídeos de cada una de nuestras salidas en moto.
Por eso son tan necesarios espacios como Moterus que, sabiendo aprovechar el formato de red social, no han dejado de lado el espacio común, el «foro de toda la vida» al que acudir a pedir o dar consejos, el sitio en el que compartir aquella página llena de manuales de taller o las fotos del último modelo de Honda. Desde aquí os animo a salir de vez en cuando de mundo endogámico de las redes sociales y compartir vuestras experiencias hacia todo el espectro mundial. No es necesario abandonar la confortabilidad familiar de facebook, sólo salir un poco más de ese reducto y participar en el enriquecimiento de la Internet.
Hace poco que sigo el podcast, y la verdad es que las conversaciones, entrevistas y historias varias que cuentas me parecen muy entretenidas! Imaginate que ahora ya te sigo en twitter y por rss (que a mi parecer no pueden desaparecer, aunque hayan perdido fuelle). No estoy de acuerdo porque yo desde que descubri una aplicacion como Tapatalk sigo mas foros moteros que nunca!
A pesar del uso de Tapatalk, la participación activa en los foros es infinitamente menor de lo que era hace diez o doce años.
Comenzó su declive coincidiendo con la popularización de la blogosfera y con las redes sociales están llevando el golpe definitivo. Las necesidades de comunicación han cambiado. Más que cambiar la necesidad lo que ha mutado es la forma de comunicarse.
Las RRSS son lo que Foucault definió como «las tecnologías del yo» mucho antes de que se inventaran los ordenadores. En Facebook, por hablar de la red social por excelencia, se presta atención a asuntos tan cotidianos como el estado de ánimo o a detalles insignificantes como el hecho de estar comiendo un potaje o tomar las copas con los amigos. Estas tareas, casi siempre relacionadas con el ocio, ascienden de categoría y para adquirir la de de «cosa importante». No sólo de cosa importante para quien la está realizando sino de cosa que se puede compartir. Es en estos pequeños detalles cotidianos, intrascendentes, en lo que está basado el éxito de Facebook y la agonía de los foros. En los segundos la comunicación resulta mucho más plana, casi sin matices y, por supuesto, sin concesiones a estados de ánimo o a detalles íntimos y nímios de los participantes. Allí se tiende más a «ir al grano», al comentario práctico y a la discusión sosegada.
En Facebook, al igual que en Twitter, toma la riendas la inmediatez y un cierto exhibicionismo. Desde nuestro registro en FB podríamos establecer una línea con todo lo que hemos escrito y publicado, con todas nuestras fotos, con los vídeos, con los comentarios… No es otra cosa que la progresión de nuestro yo. Tendemos a enseñar ese yo (algunos de forma compulsiva) formado por situaciones que denotan nuestro status social. Vacaciones en la playa, motocicleta nueva, ruta con los amigos, copas estrambóticas, comidas fastuosas… Casi todo tiene que ver con nuestro status de consumidores y con nuestro nivel de éxito en la vida. Y todos buscamos lo mismo: la aceptación en el grupo afín mediante un juicio de valor en forma de «me gusta». Nuestro grupo afín son los «amigos» (hasta el nombre que han buscado llama a la afinidad) de Facebook, la «masa» que compone nuestro grupo social. En esa búsqueda de la aceptación social encontramos la clave de nuestro exhibicionismo en las RRSS.
Pocas veces se da en Facebook la discusión política, civilizada o no, o el intercambio de posiciones con la retórica de por medio: son situaciones en las que nuestra aceptación social está en juego y no queremos arriesgarnos a que nuestra imagen se vea dañada porque, recordemos, es algo que llevamos cultivando durante años, podemos verlo en nuestra progresión del yo que mencionaba antes.
En los foros no establecemos una relación tan estrecha con el grupo. Nadie comparte fotos familiares o de ocio íntimo con perfectos desconocidos, no se crea un lazo estrecho más allá de un nick y un lugar de residencia. Los foros son, por decirlo de algún modo, impersonales, sin lugar para la emoción y sin capacidad de lograr una proyección del yo. Sin embargo, gracias a esa ausencia de personalización (aunque todos conocemos casos de personalismos en los foros) son el lugar propicio para el intercambio de ideas sin la injerencia de lo personal. El anonimato y la ausencia de la necesidad de una implicación personal de primer orden, al contrario que en las redes sociales, hacen que sean un formato más adecuado para el intercambio del conocimiento.
Pero creo que la balanza ya se ha decantado hacia uno de los lados.
Vaya, es difícil rebatir tantos argumentos! Coincido en gran parte contigo, pero mi caso especial, creador de varios blogs, webmaster desde los inicios de los tiempos, en otro tiempo generador de contenidos… se distancia seguramente de la del resto de los mortales. Facebook hace años borré la cuenta, twitter escupe un timeline tan largo que pierde todo su potencial, google plus se limita a dar vueltas por la pista de aterrizaje sin acabar de levantar el vuelo… Para mi las webs representan la mas pura representacion del mundo 1.0 en la web. Son con mas o menos gracia y colorido la fachada de muchas empresas físicas. Los blogs estan desapareciendo, es cierto, pero cuando nos demos cuenta que la única manera de encontrar informacion procede de páginas interesadas en vender unos productos concretos (y patrocinados) lamentaremos no haber estado ahí para parar la sangria. Y los foros… ya te digo que sigo activamente (los acabo de contar) 15 foros de motos! Son demasiados sin duda, al menos para mi. (nota mental: borrar al menos 5 de ellos). Yo creo sinceramente que con tapatalk, los foros que puedan integrarlo, que me consta que no en todas las plataformas es posible, van a poder aguantar el tirón al menos un tiempo. Creo que algo como youtube hace mas daño que facebook. Si quieres aprender como cambiar la cadena, es mas facil encontrar la solucion en un video que en un foro.
Si bien es cierto que los administradores de un foro que sigo activamente – por la web, es de los que no se pueden actualizar con tapatalk- tambien estan un poco preocupados porque ven que el trabajo de muchos años de usuarios activos que han ido documentando con preguntas y respuestas mil variables de sus motos ahora corre riesgo de desaparecer porque cada vez somos menos los que visitamos asiduamente el lugar. Para intentar fidelizar un poco los usuarios han creado un grupo de whatsapp, pero creo que los resultados estan siendo mas bien escasos, cuando no directamente contraproducentes…
Has dado en el clavo con los contenidos de empresa. Puede que llegue un momento en que el grueso de la información sea de carácter patrocinado, productos que nos quieren vender. Cada vez es menos relevante la información de particulares, de creadores de contenido anónimos que no pertenecen a ninguna empresa. La diferencia de esta internet de ahora con lo que había en sus inicios, o por lo menos cuando yo empecé allá por el 94 es abismal. Ahora la red es algo cotidiano, algo que forma parte de nuestras vidas y que llega hasta el último rincón. En los 90 todo era ilusión, todo era nuevo, todos estábamos deseando compartir conocimiento y experiencias.
Yo también gestiono un foro desde el año 98. Llegó a tener más de 4000 usuarios, muchos de ellos muy activos y cerca de los 40 o 50.000 mensajes. Mucho movimiento. Desde la llegada de Facebook y sobre todo con la congelación de oposiciones (la temática es muy funcionarial) los registros y la participación han caído en picado. Con las visitas al mismo ha pasado igual, bajando de las 2000 diarias a menos de 500. Si a esto sumamos la aparición de cosas como Wathsapp, apaga y vámonos.
Y con la mención al Wathsapp termino: creo que es un error intentar dinamizar un foro sacando a los usuarios del mismo. Podrás crear conciencia de grupo y cohesionar a los participantes pero estarán fuera del foro. Si el grupo de WSP tiene éxito es la puntilla para el foro.
Pues si que están de capa caída. Yo sigo el foro de mi marca y modelo de moto y no es lo que era…pero ya nada es igual que hace un minuto. Es lo que hay.