Como sabréis soy un gran aficionado a “los cacharros de los chinos”, dicho esto sin ánimo peyorativo. En alguna ocasión os he comentado lo bien que funciona mi sistema de audio/intercomunicador de 28€ “made in China” o los navegadores GPS que he usado.

Hoy vamos a comparar un navegador de los chinos de 35€ con una aplicación para móvil, CoPilot.

La prueba se llevó a cabo durante unos 700 km por carreteras de España con ambos dispositivos funcionando a la vez.

navegador chino

El navegador chino carga un sistema operativo Windows CE que resulta accesible y al que le podemos instalar cualquier navegador que funcione bajo este sistema operativo. Yo he usado el que trae de serie: IGO. Viene con los mapas de NavTeq de toda Europa.

La app CoPilot usada es la versión de pago, 24,99€ instalada en un iPhone 4 de primera generación y también usa los mapas de NavTeq, aunque sólo trae el de “Iberia”, si quieres el resto de Europa tendrás que descargártelos.

copilotLo primero con que nos encontramos es con que el navegador dispone de una pantalla de 7 pulgadas, un navegador de camión que hasta hace poco usaba en la moto, dispone de muchas más opciones de configuración y de ruta.

La opción del aviso de exceso de velocidad es un poco engorrosa en la app y cuesta trabajo llegar a eliminarla.

CoPilot tiene alguna opción que, si bien podría parecer no muy útil, si llama la atención como por ejemplo establecer la ruta hacia una foto que tengas almacenada en el móvil y que se haya sacado con geolocalización. Esto puede usarse para volver al hotel, al disco pub o a cualquier lugar en el que hayamos tomado una foto.

En el navegador chino, al disponer de una pantalla enorme, resulta más fácil ver las instrucciones. En el caso de los cambios de carril, las instrucciones de voz son exhaustivas en el chino y CoPilot prescinde de ellas. El resto de instrucciones de voz funcionan, más o menos, igual.

La mayor diferencia que presenta la opción de navegador chino versus móvil con navegador es que en el primero, si le da el sol, no se ve la pantalla. Mientras el iPhone (o cualquier móvil de gama media/alta) tiene una patalla de gran luminosidad, el chino hace aguas y el condiciones de mucha luminosdad en el exterior es un aparato inútil. En el interior del coche esta diferencia es inapreciable pero en la moto es un engorro.

La función de “compartir ubicación” de la app no funciona correctamente de modo que si envías las coordenadas por correo electrónico arrojan un error muy grande. Esto es debido, probablemente, a un problema con la proyección geográfica. Me consta que están sobre la pista para solventar el problema. El chino, com es natural, no tiene opción de compartir ruta ni por email, ni Facebook, ni Twitter.

app CoPilotOtra de las opciones interesantes es la opción de consultar en Wikipedia desde la misma aplicación, muy útil si deseas saber cualquier cosa sobre lo que te encuentras en la ruta.

Puedes escoger, en CoPilot, si viajas en coche, moto, camión, autocaravana o caminando. En la versión usada de IGO, solo coche o camión.

En cuanto a la navegación en si es bastante similar aunque gana CoPilot por sus actualizaciones automáticas de POI´s, cámaras de velocidad, etc.

CoPilot añade funcionex extra como CommuteMe y ActiveTraffic. El primero aprende la ruta hasta tu lugar de trabajo y el segundo calcula el retraso en función de las incidencias de tráfico (obras, atascos) en tiempo real.

La conclusión final es que, si bien el navegador chino es barato y con pantalla más grande, es la misma pantalla la que penaliza al aparato porque para viajar en moto es una mala opción. Por otra parte las aplicaciones para dispositivos móviles evitan cargar con otro aparato más. La posibilidad de llevar en el mismo dispositivo el navegador, la música y toda la información sobre la ruta hace que me decante por una app para el smartphone.

Ninguna de las dos opciones analizadas es comparable a un navegador GPS dedicado y diseñado especialmente para moto pero aquí estamos hablando de desembolsos no superiores a 35 €