En Ruta
Hoy te ha asaltado esa maldita idea. Te pasa a veces. Es como una mancha negra que se posa en tu alma y que se niega a abandonarte. Te ronda durante todo la mañana y por la tarde, cuando ya has decidido que el mundo es una mierda, te subes a la moto para despejar. Enfilas esa carretera que conoces tan bien, las primeras curvas te acarician y el rumor del motor lo inunda todo. Otra curva y todo sigue igual de negro. La siguiente es de tercera marcha. Es todo tan automático, todo tan mecánico que ni siquiera necesitas pensar en lo que estás haciendo. Sin embargo todos tus sentidos están concentrados en la conducción. Una pequeña recta. Aspiras el aroma de los pinos y disfrutas del escalofrío en aquella zona de sombra. Se está formando un bache nuevo. [...]