El Viaje Cotidiano
Casi todos, cuando salimos de viaje, vamos “de buen rollo”. Cuando mayor sea la distancia que nos separa de casa, más buen rollo en general. Salimos con la mente abierta, con todos los sentidos preparados para disfrutar del viaje y de las personas con que nos encontremos. Siempre hay excepciones, claro. Aquellos para los que el viaje no es placer sino obligación. Así nos encontramos con turistas, dicho con ánimo peyorativo, para los que todo está mal, que se quejan del frío, del calor, de la lluvia... Pero, en general, cuando se viaja se va con una predisposición especial para que todo sea una experiencia inolvidable. Y cuanto más largo es el trayecto, en kilómetros y en tiempo, más ilusión y más predisposición. Conforme nuestra ruta se acorta el estado mental que predispone al disfrute se va estrechando de forma [...]