opiniones pantalón Motoblouz

Aquí , hecho un pincel estrenando pantalón.

El invierno pasado pasé mucho frío en moto. Mucho frío y mucha desesperación a causa de mi viejo pantalón Alpinestars. Me lo vendieron como pantalón «de cordura». Como no tenía mucha idea de cuestiones técnicas di por buenas las explicaciones del vendedor y me llevé un pantalón que no era de cordura. Eso lo adiviné luego, cuando mi cuerpo serrano se arrastró por el asfalto de Cabo Norte. La presunta cordura se volvió loca y terminó con varios flecos. Luego se repararon a la antigua usanza, con aguja e hilo.

Por si esto fuera poco la membrana impermeable, con el tiempo dejó de serlo, y calaba agua por la zona genital. Aquello era algo bastante molesto y cada vez que llovía, acababa de agua hasta los huevos. Total, que llegó la hora de cambiar el pantalón.

Después de muchas búsquedas encontré uno de oferta en Motoblouz, la tienda online. Era un Bering con bastante buena pinta. Cordura de verdad, goretex extraible, tricapa… El único defecto era su color, un gris claro casi blanco que sí, realzaría mi apolíneo y elegante porte, pero duraría limpio un suspiro.

Aún así, lo pedí, llegó desde Francia en menos de una semana. Para venir de lejos era una espera aceptable. Cuando lo desempaqueté tenía muy buena pinta. Buenos acabados, detalles de calidad en costuras y un montón de etiquetas explicando las cualidades de la prenda. Al  presentárselo a mis piernas a éstas les dio la risa. –Haber crecido más-, dijeron con sorna. En efecto, en tan alta estima me tengo que pensé que era más alto de lo que soy. Pero mucho más.

Desilusionado, me hice a la idea de tener que cambiar el pantalón y me dirigí a la página de Motoblouz. Allí había un formulario para rellenar e imprimir. Este formulario servía para enviar, a gastos pagados desde la oficina de correos, el paquete de vuelta al remitente. Volví a empaquetar todo, tal y como había llegado, y me fui a Correos.

Antes llamé a la oficina de Motoblouz en Madrid para asegurarme de que hacía todo correctamente. Me atendió un chico con voz deliciosa y acento francés que alejó todas mis preocupaciones. Al menos en lo concerniente a la devolución. Todo fueron facilidades y charla amigable con aquel acento francés que me tenía subyugado.

En poco tiempo recibí otro pantalón más acorde con mi estatura contenida y es el que uso a día de hoy. He de decir que aún me queda un poco largo pero quizá mi contrahechura congénita tenga algo que ver.

La atención al cliente fue una maravilla y, en mi opinión, son un buen sitio para hacer compras online. Siempre y cuando el precio se ajuste a lo que buscas, claro.

Nota: Este artículo no es un post pagado, ni he recibido nada a cambio de escribirlo. Lo publico porque algunas personas han leído algún artículo en esta página sobre la tienda y me piden opiniones sobre Motoblouz